Año CXXXV
 Nº 49.577
Rosario,
miércoles  21 de
agosto de 2002
Min 4º
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Reflexiones
Estudios y desocupación

Laura Hojman

La profundización del desempleo, que golpea a una de cada cinco personas en el país, produjo un sorprendente fenómeno, por el cual mucha gente desocupada e inactiva, en su gran mayoría mujeres, se volcó hacia los estudios superiores, a fin de torcer su angustiosa situación. Los estudios superiores no abarcan sólo a las carreras universitarias sino también a los llamados institutos superiores de educación no universitaria, entre ellos los terciarios de formación docente y los tecnológicos. Mientras las tasas de desocupación continuaron trepando en los últimos años -producto de las políticas económicas que privilegiaron al sector importador en desmedro de la producción nacional-, hubo en ese ínterin un notable y vertiginoso crecimiento de la matrícula en las instituciones de educación superior, públicas y privadas.
En base a un estudio realizado por Celina Curti, directora de Estadística de la Universidad Nacional de Tres de Febrero, que conduce Aníbal Jozami, este fenómeno de regreso a las aulas de muchos adultos o de jóvenes que abandonaron los estudios, hace que se considere "la vulnerabilidad de estos estudiantes, que necesitan reinsertarse en el mundo del trabajo y para ello se capacitan".
Muchos de ellos, especialmente las mujeres, se vuelcan a carreras nuevas que se dictan mayoritariamente en universidades e institutos privados, y que tienen que ver con la enseñanza, la psicología y la psicopedagogía, aunque en este último caso las casas de estudios nacionales no la reconocen como carrera.
Curti, al relacionar el crecimiento de la matrícula en la educación superior con la desocupación, señala que "el 60 por ciento de los alumnos está desempleado, y que de ellos, el 57 por ciento está inactivo y el 3 por ciento desocupado". Sin embargo, ello no es un reaseguro de que todos los inscriptos se gradúan, ya que "la matrícula crece más que los egresados, que muchos de ellos quedan en el camino".
En este fenómeno, también es llamativo, según la investigadora, que "los egresados de las universidades privadas superaron en los últimos años a los graduados de las casas de estudios estatales y en ambos sistemas las mujeres encabezaron la matrícula en los últimos 20 años respecto a los varones".
Las mujeres que siguen estudios superiores incrementaron también su participación en la población total, entre los ocupados, entre los matriculados y también entre los egresados. Respecto a la matrícula de la educación superior no universitaria, desde el año 96, a nivel estatal, "decreció un 3,5 por ciento", mientras que en la privada "creció un 44 por ciento". De ellos, 3 de cada 4 alumnos son mujeres (formación docente principalmente) y en los estudios privados, dos de cada tres son del sexo femenino.
En el ámbito universitario, respecto a los egresados por rama, del auge de las ciencias médicas de los años 70 al 80, que dejó lugar a las ciencias básicas y técnicas entre el 80 y el 85, hasta nuestros días hay un sostenido crecimiento de las ciencias sociales y humanas, que representan "la tres cuartas partes de la matrícula". El predominio de las ciencias sociales y humanas, como se dijo reiteradamente, deriva del retorno de la democracia y la apertura que ello representa.


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