Rotura de ligamentos

Accidentes que limitan la movilidad

Si bien es cierto que el esguince y la rotura de los ligamentos del tobillo están más frecuentemente asociados a lesiones deportivas, se presenta también en accidentes menores de la vida diaria. Cuando así ocurre, suelen ser subestimados por las personas afectadas, quienes recurren a tratamientos caseros que no hacen más que agravar el problema.
Consultado por La Capital el doctor Gregorio Roitman, jefe del servicio de Ortopedia y Traumatología del Sanatorio Parque, el esguince afecta a uno o más ligamentos del lado externo del tobillo, "que sufren un estiramiento al realizar un movimiento forzado hacia adentro del cuello del pie, que sobrepasa la capacidad de elongación, provocando un intenso dolor que imposibilita para la marcha y frecuentemente se asocia con una hinchazón". A pesar de que la mayor parte de los deportistas están familiarizados con estas lesiones, la consulta en tiempo al profesional especializado disminuye los riesgos de transformar un proceso agudo en otro crónico, de pronóstico más incierto.
Desde el punto de vista práctico pueden clasificarse en cuatro tipos diferentes de lesión. "En algunas se realiza un tratamiento conservador, sin yeso y sin cirugía, y donde adquiere relevancia la movilización temprana más ejercicios por el médico tratante, quien conoce el tiempo que necesitan las estructuras anatómicas afectadas (cápsula articular, ligamentos, cartílago) para su cicatrización, antes de volver la articulación a la función normal", afirma Roitman.
En el caso de graves lesiones con disrrupción de los más importantes ligamentos de la articulación del tobillo, no existen dudas respecto del tratamiento. "De no hacerlo así, presupone la inestabilidad crónica de esta articulación", agrega.
Sólo en un tipo de lesión es donde, de acuerdo a la severidad del trauma, existe controversia sobre su tratamiento. Puede ocurrir que en ocasiones requiere simplemente la inmovilización con yeso por espacio de 3 a 6 semanas o la reparación quirúrgica de las estructuras ligamentarias. Por lo tanto, el diagnóstico adecuado y oportuno puede modificar el futuro de la articulación.
Las radiografías simples o especiales, resultan indispensables para descartar lesiones asociadas a las de los ligamentos. Los estudios de imágenes, como resonancia magnética, pueden ser necesarios en caso de duda diagnóstica, como también los actos quirúrgicos mini invasivos como la artroscopía del tobillo, para descartar lesiones cartilaginosas.
En cuanto a la rehabilitación, el traumatólogo junto al kinesiólogo determinarán las pautas y los tiempos del tratamiento.
Finalmente Roitman subrayó que "no todas las entorsis son iguales, algunos factores las agravan y cada una debe ser tratada según el grado lesional, la edad y los hábitos deportivos o laborales".