Año CXXXV
 Nº 49.577
Rosario,
miércoles  21 de
agosto de 2002
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Estará ubicada en Güemes entre Ovidio Lagos y Francia
El domingo se larga la feria de ropa en las calles de Pichincha
Habrá 200 stands con toldos de colores y un espacio especial para costureras. Una especie de feria árabe

Pablo R. Procopio / La Capital

Ropa usada y costura, de la mejor calidad. Esa es la propuesta con la que se habilitará el próximo domingo el Ropero en la Calle, en Güemes entre Ovidio Lagos y avenida Francia. Un mercado donde la gente podrá adquirir indumentaria usada e, incluso, donde un grupo de costureras realizará reparaciones al instante. La propuesta es simple y, a la vez, ecléctica: roperos de todo tipo coronados con toldos de colores y, fundamentalmente, vestimenta exhibida como en una típica feria árabe.
La inauguración oficial será a las 12, y desde ese momento el paseo estará abierto los domingos y feriados, generando así un vínculo directo con el Mercado Retro La Huella y el paseo de los artesanos.
Esta iniciativa de la Secretaría de Cultura de la Municipalidad, que crea un mercado de ropa usada y costura, está destinada a promover fuentes genuinas de trabajo, ya que los puestos fueron adjudicados a desocupados que "hallarán un espacio cooperativo y de crecimiento colectivo", dijo uno de los mentores de la propuesta, el diseñador Dante Taparelli. En efecto, la idea principal es movilizar de una forma creativa lo que atiborra muchos hogares (roperos y placares en desuso) y ponerlo en valor para generar trabajo.
Se instalarán 200 puestos de venta de ropa usada y otros 20 de modistas express que se ocuparán de hacer arreglos en el acto a quienes lo soliciten. Cada puesto estará constituido por un ropero, mueble provisto por los adjudicatarios. Tres desocupados estarán a cargo de cada ropero y comercializarán ropa usada y accesorios. Los comerciantes del ramo quedaron excluidos de la iniciativa.
El sector de los arreglos de la ropa será llamado "Espacio de las modistas en la calle, costura rápida". Allí, las especialistas trabajarán con sus propias máquinas de coser. "Queremos que tengan protagonismo y además puedan servir para hacer reparaciones de ropa que no necesariamente haya sido comprada en el mercado", sostuvo Taparelli al indicar que estarán ubicadas en la esquina de Riccheri y Güemes, cerca de donde funcionó el mítico burdel de Madame Safó.
Como parte de la ceremonia inaugural se realizará una gran liquidación de ropa usada que, según se anticipó a La Capital, prevé una oferta multicolor y una increíble variedad de prendas y accesorios de segunda mano. Paralelamente, se llevará a cabo un desfile de modelos durante toda la jornada, actividad que se repetirá los domingos siguientes (ver aparte). "Queremos darle prioridad a la gente. La idea es que en la pasarela esté Doña Rosa y que se vaya variando cada fin de semana; es decir, que se haga un desfile de señoras, otro de gordas, de niños o de novias", destacó el diseñador.
Los organizadores prevén que la propuesta le dé impulso al sector donde se ubicará, como ocurrió con el mercado retro La Huella y el paseo de los artesanos Feria Cultural Parque Norte. "Los vecinos del barrio tienen pensado vender empanadas y hasta alquilar los baños de sus casas por 50 centavos", sostuvo Taparelli, al recordar también que la reactivación se dará porque los adjudicatarios de stands ya rentaron galpones para guardar sus roperos.
Según anticiparon los impulsores, también el humor jugará un papel central: los responsables de cada puesto pensaron en nombres locos, como "La bombacha rota" o "La casa de la novia usada".


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