Buenos Aires.- Un joven, hijo de un comodoro médico de la Fuerza Aérea, fue secuestrado ayer en Adrogué y logró saltar del baúl del automóvil en que lo llevaban a La Plata, frustrando así un pedido de rescate de 50.000 dólares.
Dos hombres ingresaron, entre las 5 y 6, a una remisería situada en pleno centro de la localidad del sur del Gran Buenos Aires y fueron directamente hacia uno de los choferes, Fernando Pujente, a quien obligaron a subir y manejar su propio auto.
Según el propio Pujente, los dos secuestradores conocían a la perfección todos sus datos y los de su familia, incluyendo los de su padre, un conocido médico de la zona sur y comodoro, hacia quien apuntaban los delincuentes para que pagara el rescate.
Pujente tomó el camino hacia La Plata, seguido a una distancia de entre 30 y 40 metros por una camioneta Trafic blanca y detrás de ésta, a una distancia similar, otro automóvil que la víctima no alcanzó a ver claramente como para identificarlo.
Pedido de rescate
La caravana se detuvo en el límite entre San Francisco Solano y Florencio Varela, en una estación de servicio abandonada, donde funciona un teléfono público.\"Vos quedate piola y no te va a pasar nada", relató Pujente que le dijeron los dos únicos secuestradores que tomaron contacto con él, porque no sabía cuántos hombres viajaban en la Trafic ni en el automóvil no identificado.\Uno de los delincuentes marcó en el aparato público, sin preguntarle el número, el teléfono de su casa, que fue atendido por su esposa Claudia, a la que tranquilizó y le transmitió el pedido de 50.000 dólares para su liberación, que su padre debía abonar cuando se le diera las instrucciones sobre el lugar.\Luego lo introdujeron en el baúl del automóvil, momento en que alcanzó a oír que uno de los delincuentes le informó a los de la Trafic, por un handy o celular, "en La Plata te lo pasamos".\Cuando el grupo iba por el Camino General Belgrano y llegando a Florencio Varela, Pujente dijo que se decidió y abrió el baúl con una "palanquita que todo automóvil tiene desde adentro". Con el vehículo en marcha, "me tiré, me golpeé y corrí a esconderme", agregó.\El automóvil no fue recuperado, ni tampoco aparecieron los documentos y otros objetos personales que sus captores le habían quitado en la estación de servicio abandonada. (Télam)