Alrededor de trescientos militantes, de 17 provincias y la Capital Federal, como también dirigentes de la Juventud Radical, la Organización de Trabajadores Radicales y la Franja Morada, se reunieron recientemente en Buenos Aires "con el objetivo de reorganizarnos desde abajo, volver a las fuentes, construir en torno a ideas y no a candidaturas, reconciliar a los radicales con el radicalismo, y señalar que no es cierta la teoría del «camino único» que proponen desde el Norte".
Como resultado del encuentro se dio a conocer una Carta Abierta a la Militancia Radical. Entre los dirigentes firmantes del documento aparecen Luis Changui Cáceres, su esposa Alicia Tate, Alejandro Rabinovich -presidente a nivel nacional de la juventud partidaria-, Jorge Dolce, Miguel Molinero, Manuel Terrádez, Raúl Barr y Horacio Pineau.
En sus párrafos más salientes, el documento asegura que sus firmantes comienzan a transitar este camino "para replantear la batalla cultural contra el neoconservadurismo y enfatizar que la erradicación de la corrupción que enerva e invade a la sociedad argentina implica también un cambio de modelo".
Más adelante precisan que se deben "asumir las responsabilidades concretas que le caben a la UCR en los últimos tiempos por apartarse del camino de hacer lo que se debe hacer aunque eso cueste, para transitar el camino de la construcción de la unidad nacional bajo un modelo de país que nos englobe y nos oriente".
En otro tramo de la nota se afirma el deseo de unidad "para garantizar el sustento popular necesario para enfrentar con éxito las políticas imperiales y la liquidación del país que soñamos", en tanto se muestran interesados en abocarse a "la tarea de revitalizar el partido desde la militancia misma, para reafirmar que, a pesar de las experiencias fallidas, políticas de frente o alianzas siguen siendo instrumentos válidos para enfrentar al régimen".
Asimismo señalaron que se autoconvocan "para denunciar que los organismos de crédito internacionales, más que instrumentos de ayuda, son armas punitorias para los que no acatan sus indicaciones, para definir qué hacer con la deuda externa, el rol del Estado, la consolidación y ampliación del Mercosur, la posibilidad de una exploración activa del comercio con Asia y Africa del norte, terminando con las «relaciones carnales»".
Los dirigentes radicales se muestran partidarios de "impulsar un movimiento de recuperación y defensa de la soberanía nacional a lo largo y a lo ancho del país, donde confluyan todos aquellos que se sientan convocados por este objetivo sin tener que abdicar de sus banderas, ni renegar de su historia, conscientes de que mientras esto no se logre, el gobierno que surja va a hacer más transitorio que el actual".
Por último, en la exhortación que cierra el documento, los dirigentes radicales manifiestan: "Autoconvoquémonos para empezar la marcha. Que se pierdan mil gobiernos, pero que se salven los principios".
Al finalizar el encuentro, que fue precedido por una exposición de las propuestas del denominado Plan Fénix, a cargo de su coordinador, Abraham Gak, y en función de las amplias coincidencias surgidas durante el debate, se resolvió profundizarlo, con una nueva autoconvocatoria para el próximo 7 de septiembre en Capital Federal.
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La Ciudad
