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Retiro de placas identificatorias

Con motivo del retiro de placas identificatorias de las calles dispuesto por el Concejo para engrosar el patrimonio del Museo de la Ciudad, cabe decir que en los galpones municipales se apilan algunos miles de estas placas destinadas a reposición por aquellas que no fueron vueltas a colocar después de haberse demolido y edificado en muchas esquinas o, simplemente, desaparecidas después de alguna reforma. Para los inescrupulosos de siempre tal vez sea más fácil meter la mano en las que están en los galpones que andar sacándolas de los frentes escalera en mano. Máxime cuando no acusan valor como chatarra, y no me puedo imaginar a alguno que las saca para venderlas luego en el mercado retro. Pensando que las que habría que preservar serían las muy antiguas de cerámica, es loable la ordenanza del Concejo, aunque cabe preguntarse si por falta de espacio el Museo de la Ciudad no enviará las placas esmaltadas que se extraigan a dormir junto con las relucientes que están en vana espera.
Marta Acuña