El negocio de la salud atraviesa una situación de crisis que obliga a los distintos sectores como prestadores, financiadores (prepagas) y obras sociales a reposicionarse. Rodrigo Avendaño, gerente de Grupo Oroño, planteó el escenario actual del sector y explicó la estrategia que intentan llevar adelante: la concentración bajo un mismo paraguas de varios prestadores y el financiador, y si el cliente puede pagar más mantenerlo en un sistema libre tradicional.
Avendaño señaló que "a raíz de la crisis, mucha gente se queda sin cobertura", y por eso se impone "salir al mercado con planes más competitivos para hacer un producto masivo".
En la actualidad se dan diversas situaciones: gente que queda desocupada y pasa al empleo informal por lo que decide cubrirse con una prepaga, mientras que muchos pasan a coberturas de menor costo.
Claro que bajar escalones en general significa resignar apertura de prestadores, es decir el grado de libertad para elegir el profesional médico. Aquí es donde empieza a tallar la concentración, ya que quien más agrupado esté podrá ofrecer el mismo precio que sus rivales, pero con una oferta de prestadores más amplia.
El directivo señaló que "en la población hay una cultura de consumo de salud errada: todos quieren la libre elección y eso hoy en la Argentina y el mundo es inviable porque los costos son cada vez más elevados; y, por otro lado, los recursos para financiar esa prestación están quebrados".
Las causas para la falta de recursos tiene factores general y otros particulares. Avendaño calificó al sistema como "perverso" porque "quien paga una cuota en una prepaga quiere atenderse, pero el que paga la prestación es la prepaga o la obra social, pero del lado del prestador a veces se generen prestaciones que pueden ser innecesarias, pero el médico que está recibiendo a un paciente se quiere cubrir de una mala praxis y prescriben más estudios para estar seguros de que no haya alguna patología". En tanto, "el financiador tiene recursos limitados, la torta es cada vez más chica, y por otro lado se agrandaron los comensales, pero no hay recursos que alcancen para financiar los gastos que genera la salud".
Sobre la viabilidad del sistema del médico de cabecera, Avendaño consideró que "es el único que sirve para controlar el consumo de salud, pero es válido sólo en un sistema de seguridad social", como se utiliza en Inglaterra. Pero, aclara que "en un sistema voluntario en el cual la gente opta por una u otra empresa, yo tengo que dar un abanico de opciones, no quiero ponerle restricciones, sobre todo conociendo la cultura de consumo que hay".
Consultado sobre qué nivel de cuota pueden pagar los distintos estratos socioeconómicos actualmente, indicó que "día a día la torta del mercado de potenciales afiliados es más chica, incluso la del nivel ABC1". El empresario ilustró la situación: "Es un colador por donde caen, y ahí tenemos que estar nosotros para darle atención a esta gente que si no accede a la salud través nuestro tiene que recurrir al hospital público. Nuestra nueva estrategia comercial apunta a esa gente que no tiene cobertura o que está cayendo", pero que está acostumbrada a tener todo con sólo presentar su credencial.
Ni tan cerrado ni tan abierto
El Grupo Oroño está constituido por siete instituciones: Sanatorio Parque, ICR, Sanatorio de Niños, Diagnóstico Médico, Elas, Cibic y CER (Centro de Emergencia y Trauma Rosario). Además, los lazos con financiadoras es bastante nutrido: Esencial, la cual era una segunda marca de Ase para un segmento económico mediano y medio bajo, fue absorbida a fin de marzo por el Grupo Oroño captando una cartera de unos cuatro mil afiliados, además de tomar la mitad de la cartera de MET que fue disuelta como marca; mientras que Medife, es una obra social Ase que tiene vinculaciones con el grupo.
La estrategia de los hombres del bulevar es "la integración total del sector, siendo prestador y financiador" al mismo tiempo.
El directivo consideró que "el hecho de estar integrado genera sinergias y ventajas competitivas porque yo sé quiénes son mis prestadores y qué lo que están prescribiendo corresponde a la patología que tiene el paciente, y no me van a querer robar plata".
El grupo empresario ofrece actualmente planes cerrados dentro de los prestadores del conglomerado, y otros abiertos. La estrategia es "mantener los planes abiertos, y presentar nuevos más económicos que sí son cerrados" al grupo.
Una cuota más económica obliga a la prepaga a extremar los recaudos sobre los consumos, y la mejor forma que encontraron es ser prestador y financiador a la vez: "En la medida que vos abras el abanico de prestadores se te hace incontrolable", señaló Avendaño.