Central Córdoba tuvo una tardecita inolvidable. Los de Tablada cumplieron, sin dudas, una de sus peores actuaciones en el Gabino Sosa en muchos años, terminaron goleados por Ferro y encima se quedarán por mucho tiempo sin la presencia del arquero Fabián Cancelarich (ver aparte). Es cierto que Córdoba tuvo enfrente al principal candidato al título, pero más allá de las virtudes del equipo que ahora dirige técnicamente Daniel Raimundo, los locales les facilitaron demasiado la tarea a los de Caballito. Ferro se puso en ventaja antes de los diez minutos, cuando Cristián Tula aprovechó la siesta de los defensores charrúas a la salida de un córner y a partir de allí los verdes fueron los dominadores absolutos del partido. Lo de Ferro fue tan abrumador, que apenas se pueden contabilizar dos llegadas charrúas en los 90 minutos. Con el marcador a favor durante el primer tiempo Ferro movió los hilos a su antojo, además contó con la complicidad de los jugadores locales que le permitieron llegar sin demasiados inconvenientes a los dominios de Cancelarich y encima sobre el cierre de la etapa se quedó con uno más tras la infantil expulsión de Ferri. En el complemento, los de Caballito siguieron siendo los principales protagonistas, pero recién pudieron liquidar el pleito a partir de la salida de Cancelarich (Córdoba se quedó con nueve porque ya había hecho los tres cambios). A partir de allí, Costas, Salmerón y Rúgolo decoraron un 4 a 0 contundente ante un equipo totalmente desorientado. Por lo visto en la tarde de ayer en el Gabino, el Gordo Palma va a tener que trabajar mucho para lograr que este equipo funcione. El problema principal de los charrúas está en la mitad de la cancha. Palma no logra encontrar al reemplazante de Raymonda y esto complica el panorama. En los dos primeros encuentros del torneo probó con Quintana y Brandán, pero ninguno le dio resultado. La falta de un enganche termina partiendo al equipo en dos y así es imposible jugar. Porque defensivamente cometen demasiados errores y los delanteros prácticamente no toman contacto con la pelota. Resultado: apenas un punto y ningún gol en dos partidos. Aunque el camino a recorrer es largo, Palma deberá encontrar rápidamente la solución al problema para no encontrarse con ninguna sorpresa desagradable más adelante. Antes del inicio del torneo, los hinchas charrúas creían que el equipo iba a estar prendido en la lucha por el título, pero después de la actuación de ayer no son pocos los que piensan que la tarea no va a ser nada sencilla y habrá que estar más pendiente de la permanencia que del ascenso.
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