Daniel Leñini / La Capital
Efectivos de la Gendarmería Nacional iniciaron anoche, a las 23, el operativo de apoyo a la Policía provincial mediante controles en las cabinas de peaje de las autopistas a Buenos Aires y Santa Fe, y en las rutas 9 (salida a Córdoba), 33 (Casilda) y 34 (Ibarlucea).
"Todo el que llegue o salga de Rosario se encontrará con nosotros", adelantó anoche un oficial de la fuerza a La Capital sobre lo que ocurrirá en estos días.
El comienzo inmediato de la tarea sonó sorpresivo tras la reunión -ayer por la tarde- del ministro de Gobierno de Santa Fe, Esteban Borgonovo, con el comandante Emilio Sacchitella, jefe de la región II de Gendarmería, que comprende el litoral argentino. Todo el mundo especulaba con que la asistencia iba a comenzar dentro de 10 días.
La agenda también se adelantó para la Prefectura, la otra fuerza nacional de seguridad interior que colaborará. Se anunció que los agentes comenzarán el próximo martes a patrullar la ciudad, en especial las avenidas y parques que corren paralelos a la barranca del Paraná, desde el acceso sur (límite con Villa Gobernador Gálvez) hasta el paseo ribereño que termina en el control de Granadero Baigorria.
Uno de los altos jefes de la Prefectura, prefecto mayor Gustavo Baurilhon, también estuvo ayer con Borgonovo. Tras el encuentro, declaró a La Capital: "La gente verá muchos más efectivos que los habituales en toda la zona de la costa, eso es lo que hemos acordado. Tenemos toda la vocación de trabajar para mantener la tranquilidad de la población de Rosario". Cuando se le preguntó de cuántos efectivos se trata, se limitó a responder: "El número que sea necesario".
Borgonovo, por su parte, evaluó como "óptima" la respuesta de las dos fuerzas federales, que le manifestaron -dijo- una "predisposición absoluta" para colaborar. Opinó que la policía provincial no recibe con celos esta iniciativa y citó al jefe de la Unidad Regional II, Jorge Pupulín, que dijo que "siempre es interesante contar con la colaboración" de otros.
-¿El temor cuál es, ministro? ¿Que delincuentes de la provincia de Buenos Aires trasladen aquí sus operaciones ante el endurecimiento de los controles en aquel territorio?
-Los objetivos son dos: el primero, incrementar la prevención de por sí. No hay nada más disuasivo que uniformados en la calle de una manera bien visible. Además de ello, por supuesto que hay que manejar la hipótesis del desplazamiento.
-¿Podría tratarse de esto último el asalto al Bersa, del que se llevaron el jueves pasado 400 mil pesos?
-No lo descartaría. Esperemos el esclarecimiento, si se produce, para develarlo.
-¿Gendarmería, que comenzó esta noche los controles en las rutas, también lo hará dentro de la ciudad?
-Sí, lo iremos afinando en el tiempo, en los días sucesivos. Este es el inicio de las operaciones. Nosotros estamos definiendo con la policía de la provincia algunos objetivos en particular que nos interesan, así que para fines de la semana próxima convocaríamos a una reunión conjunta para evaluar los primeros días y definir cómo sigue y se amplía el patrullaje.
-¿De cuántos efectivos estamos hablando?
-En el caso de Gendarmería, alrededor de 60 efectivos por turno en los accesos y muchos más para dentro de la ciudad. La única limitación que sufrimos aquí es la cantidad de móviles, que buscaremos la forma de aumentar. En el caso de Prefectura se tratará de varios móviles con cinco efectivos y otros caminando.
-¿No se les ocurrió pensar que si Rosario contara con un penal que descomprima la cantidad de presos en comisarías podría haber más policías en las calles?
-Por supuesto, pero el gobierno de Santa Fe tiene la decisión firme de resolver este problema mediante la construcción del penal en Piñero. Deberán destrabarse algunas cuestiones burocráticas y creo que en pocos meses estaremos hablando de este tema.
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