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No todo está perdido

Me siento obligada a agradecer las atenciones recibidas durante mi internación, el pasado mes, en el Hospital Roque Sáenz Peña. Allí fui asistida, víctima de una enfermedad que derivó en una operación compleja. Mi situación económica y la de mi esposo es de carencia material y debí recurrir, no con cierto temor, a un nosocomio público. Dada la actual situación del país ese temor era mayor, pero me encontré con profesionales de primera línea, encabezados por el doctor Richard Quiroga, enfermeras idóneas y amigas de los pacientes, además de la excelente higiene del hospital. Por eso no puedo dejar de expresar mi reconocimiento en el actual estado post operatorio donde ya, fuera del Sáenz Peña, sigo con el ordenado tratamiento. Por eso el título "No todo está perdido", ya que en nuestro país hay profesionales como estos, que enorgullecen al ser humano y nos alientan a pensar que la Argentina volverá a ser la Patria que todos queremos y conocimos mientras siga existiendo capital humano solidario que enorgullece.
Lidia Hlousek