"El sindicato te llama para trabajar sólo si le pagás una entrada a la cancha o le tirás unos mangos; si no, olvidate". Esta fue la acusación que hicieron ayer unas cien personas que se concentraron, como todos los días, en la entrada del puerto (avenida Belgrano y 27 de Febrero) en busca de trabajo.
Es que, gracias a la reactivación de la actividad portuaria, la terminal emplea diariamente estibadores. En el puerto trabajan hoy 120 empleados mensualizados, y además existe una lista de unas 800 personas que son seleccionadas por día. La labor la realizan en turnos de seis horas, que empiezan a las 6, 12 y 18 horas.
El encargado de elegir quién entra cada día a trabajar es el Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (Supa). Por eso reciben todo tipo de acusaciones por parte de los estibadores jornalizados. "Siempre entran los mismos, y encima hacen varios turnos seguidos por día", se quejó Julio Alberto, de 32 años, desocupado desde el 99.
"A veces llaman a alguno de nosotros para despistar, pero la mayoría ya están todos arreglados", dijo Oscar, de 42 años. "Primero entran los parientes, amigos, conocidos, el verdulero de la esquina y el carnicero; y después recién entramos a trabajar nosotros. El tema es que los que están acomodados les tienen que pagar a los del sindicato", denunció Daniel, de 28 años, desocupado desde el 95.
El Supa tiene prioridad
El propio sindicato de portuarios admitió que los afiliados al gremio y sus hijos tienen prioridad para trabajar: "Seguro que tenemos preferencia, y por eso hay gente que repite los jornales. Cuando el gremio estuvo en huelga ninguno de ustedes vino a apoyarnos; bueno, ahora nosotros estamos adentro y ustedes afuera", desafió Manuel Angel Villalba, uno de los encargados de seleccionar personal eventual.\Y lo hizo frente a los cien hombres que habían llegado a primera hora de la mañana de ayer a la entrada del puerto para probar su suerte diaria. Uno de los hombres que ingresa casi todos los días a trabajar en la terminal contó que "los hijos de los portuarios siempre entran, ya tienen el puesto asegurado".\Aunque muchos de ellos saben que "nunca" van a trabajar, se acercan igual a la entrada del puerto. "Prefiero venir acá en vez de estar en mi casa sin hacer nada. A lo mejor milagrosamente se confunden y puedo entrar", dijo uno de los estibadores marginados.