Año CXXXV
 Nº 49.573
Rosario,
sábado  17 de
agosto de 2002
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"Ni pienso en Central y Boca"
Charlas al margen: Roberto Abbondanzieri

Miguel Pisano / Ovación

-¿Pato o Chueco?
-Chueco me decían de chico, desde que nací, en el pueblo y en toda la zona de Las Parejas, Las Rosas y la Liga Cañadense. Y cuando pasé a Central, a los 13 años, enseguida me llevaron a un Sub 16 y me puso Pato el grupo de cuatro compañeros del club y tres de Newell's, en el hotel de Constitución. Pato me pusieron entre el Gaby D'Ascanio, Selenzo, Pablo Rodríguez, Leo Díaz y Castagno Suárez por el Pato Lucas y por correr medio deformado. Después volví a Central y el apodo me quedó en la categoría. Pato me dicen en todos lados menos en Bouquet.
-¿Pachamé te quiso matar en un Mundial juvenil?
-En Escocia le ganábamos 1 a 0 tranquilos a Portugal y piqué la pelota para sacar sin darme cuenta de que un delantero me puso el pie, me la sacó y le tuve que hacer penal. Pachamé se metió en la cancha y me gritaba "Gringo y la que te parió, te vas a volver a Rosario caminando". Lo único que me quedaba era atajarlo, pero me tiré para el otro lado. Y lo peor fue entrar al vestuario y que nadie me mirara. Después Pachamé se sentó al lado en el avión y me habló todo el viaje de vuelta.
-¿Te cambiaste el apellido para escaparte de tus acreedores o de tu esposa?
-De ninguno. Fue porque hace un año que tramito el pasaporte comunitario, y no porque tenga una posibilidad. Tenía el apellido mal puesto porque cuando mi abuelo llegó tuvo 11 hijos y a varios los anotaron distinto: tengo tíos con el apellido con zeta, otros con c y otros con una b. Y ahora le digo a mi mujer que soy soltero.
-¿Las lesiones son sólo un mal recuerdo?
-Sí, son malos recuerdos, pero estoy contento por haber quedado bien de la última, después de dos operaciones grandes y de cuatro luxaciones. El peor momento fue en la primera lesión, cuando Campillo me llevó en una ambulancia desde la ciudad deportiva hasta el Mapaci a operarme.
-¿Es cierto que una noche de alegría adolescente lo primero que le preguntaste a una señorita fue cuántas hectáreas de campo tenía?
-Y..., con alguna cerveza de más, puede ser.
-¿Es verdad que tu amigo el Chueco Fernández te enseñó a salir en los centros?
-Ese es un fenómeno. Con Enrique jugábamos torneos por todos lados y tanto él como mi tío me enseñaron algunas cosas.
-¿Es cierto que había un cana que no los dejaba salir del pueblo?
-Es cierto, no podíamos salir. Habían puesto un horario y los menores después de las diez de la noche teníamos que estar en casa. Fuimos a la salita de juegos del pueblo y después nos íbamos a Wacros, pero como era el único menor me metieron en cana y mi viejo me tuvo que sacar a las 11. Salimos de nuevo en la cúpula de una chata por la estación que está detrás del pueblo y cuando habíamos pasado el control uno de los pibes puteó a la cana, nos corrieron, otra vez caí preso y mi viejo me tuvo que ir a sacar de nuevo, a las dos de la mañana.
-¿Eras capaz de agarrar un lechón para comerlo?
-Sí, era muy loco. Además, con una copa de más era capaz de tirarme de cabeza a un pozo. Disfruté lo que pude porque sabía que se me cortaba. Es lo más feo de la carrera de un jugador. No digo que no disfruté mi infancia y mi adolescencia, pero eso es lo malo. Por más que otro quisiera estar en mi lugar, a veces yo quería estar en el de él. Por eso la mayoría de los jugadores no aguanta.
-Cuando terminabas de jugar en las inferiores, ¿siempre volvías al pueblo?
-Sí, hacía de todo para volver. Cuando llovía no podía entrar al pueblo, pero me volvía caminando por la vía o en la primera camioneta, siempre a dedo porque no tenía ni para el bondi, pero era una época en la que se podía. Ahora no te llevan ni locos.
-¿Es cierto que boxeabas con tu primo, el actual jefe comunal de Bouquet?
-Sí, con mi primo boxeaba hasta el día que me pegó una piña en la nariz y no lo hice nunca más.
-¿El fútbol te permite otra relación con las mujeres, al extremo que muchos jugadores serían vírgenes si tuvieran otro laburo, como dice el Turco García?
-Es un problema que tiene mi esposa. Como somos del mismo pago nos conocemos desde la primaria hasta que nos separamos porque yo repetía. Y después me salvó el fútbol. Seguro que tenés esa posibilidad y por eso ella es muy celosa. Cuando salía con ella era feo y no era conocido, pero como es bastante desgraciada cuando yo jugaba en reserva ya sabía que tenía un futuro enorme.
-¿Menem perdió la cuenta de la que tiene en Suiza?
-Habrá perdido la memoria. Parecía que era una maravilla y perdimos todas las cosas que se llevaron: el petróleo, los ferrocarriles, la telefonía. Falta que los yanquis pongan la bandera.
-¿El Cuis Daniele te tenía de hijo en las prácticas?
-Sí, cuando hacíamos el peloteo con Tito Bonano le hacíamos apuestas y nos cagaba a goles y nos volvía locos. Preguntale cuántos goles tiene de afuera del área. ¡No tiene ninguno el desgraciado! Es uno de mis grandes amigos.
-¿Sos de Central o de Boca?
-Yo soy hincha de Central. Son dos etapas: de chico era de Boca, pero es lógico que cuando hice todas las inferiores y llegué a primera me haya hecho hincha de Central. Y también es lógico que Boca me tire muchísimo.
-¿Hay árbitros que cobran según el color de la camiseta?
-Y... ahora estoy de este lado. Cuando estaba en Central me parecía que cobraban para los equipos de la Capital. Pero ahora se volvió al revés porque como siempre se dijo que ayudaban a los grandes, ahora hay árbitros que parece que dicen "Yo estoy preparado para cobrar en contra de Boca". Eso ha cambiado un poco. Fijate cuánto hace que no tenemos un penal en la Bombonera.
-¿Es más difícil jugar en Boca que en Central?
-Presiones tenés en los dos, pero acá son mayores porque tenés que ganar sí o sí un torneo. Acá hacer un buen torneo no te alcanza. En cambio si salís tercero en Central es un triunfo porque no tienen las mismas posibilidades.
-¿Qué pensás del próximo Central y Boca?
-Espero que no definamos nada en la última fecha porque me pongo incómodo. Yo tengo que pensar en lo mío, pero sufro mucho cada vez que Central arma un equipo y lo tiene que vender.
-¿Qué opinás de una final entre ambos?
-No me gustaría llegar a esa instancia. Que Central llegue cerca y que gane Boca. Dejá, ni lo pienso.



"De chico era de Boca, pero yo soy de Central", afirmó. (Foto: Horacio Paone)
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