Chicago. - American Airlines, la mayor aerolínea del mundo, que sigue sufriendo grandes pérdidas casi un año después de los ataques con aviones comerciales en Estados Unidos, anunció ayer que recortará otros 7.000 empleos para marzo del 2003 y reducirá sus operaciones.
American, unidad del grupo AMR Corp. destacó en su sitio en Internet que la reducción de operaciones se realizará a través del retiro de varios aviones y de una nueva disminución de sus vuelos. La compañía señaló que retirará 74 aviones Fokker 100, y diferirá la compra de 35 aeronaves programada originalmente para el 2002. También sostuvo que buscará "todas las oportunidades" para diferir o cancelar nuevas entregas de aquí en adelante.
Como parte de la nueva reducción en capacidad, American acelerará el retiro del servicio de nueve aviones Boeing 767-300 -que recibió con la adquisición de la aerolínea TWA- para noviembre del 2002.
En ese sentido, AMR Corp manifestó que prevé asumir un cargo de hasta 100 millones de dólares en el tercer trimestre por el retiro de los Boeing 767-300, y otro cargo que oscilará entre 200 millones de dólares y 400 millones de dólares por el retiro de sus Fokker 100.
Los recortes de empleos se extenderán a todo el sistema de la compañía, precisó el portavoz del grupo Tim Doke. El 40% provendrá de las filas de pilotos y sobrecargos, mientras que el personal de mantenimiento e ingeniería quedaría intacto, especificó.
Cabe destacar que la demanda de viajes aéreos sigue débil después de los atentados del 11 de septiembre, particularmente en el lucrativo segmento de los viajes empresariales, del que las grandes aerolíneas, como American, dependen para generar ganancias.
No obstante, el presidente ejecutivo de AMR, Don Carty, advirtió en mayo, durante la reunión anual de la aerolínea, que movería cielo y tierra en sus esfuerzos por conseguir que la compañía sea nuevamente rentable.
Los recortes de American se produjeron dos días después de que la sexta aerolínea de Estados Unidos, US Airways Group Inc. se declarara en bancarrota. Además, en el sector resurgieron los temores de que UAL Corp. la matriz de la segunda aerolínea estadounidense, United Airlines, pudiera solicitar también la protección por bancarrota antes de fin de año, ya que enfrenta fuertes pagos en el cuarto trimestre. La industria ha perdido más de 10.000 millones de dólares desde los ataques del 11 de septiembre y no hay señales de que haya una mejora en vistas.
Temor a caer en bancarrota
American, que vinculó su debilidad con el estado de la economía estadounidense y la confianza del consumidor, dijo que pretende reducir su capacidad en un 9% para noviembre, en comparación con los niveles del verano boreal.
Hasta marzo, American Airlines tenía 101.700 empleados. Después de los ataques de septiembre, en los que los secuestradores usaron dos aviones de American, AMR despidió al 20% de su personal y también redujo su capacidad operativa en un 20%.
Las nuevas iniciativas de American, junto a las que la compañía ya implementó, resultarán en ahorros anuales de más de 1.100 millones de dólares, indicó la empresa. American ha "emprendido tanto un cambio estructural de largo plazo como medidas en respuesta a la situación actual del sector", señaló Carty en un comunicado.
El ejecutivo agregó que las iniciativas se enfocan en el recorte de costos y en una mejora de la rentabilidad. AMR perdió 1.800 millones de dólares en el 2001 y otros 1.100 millones de dólares en el primer semestre del 2002. Además, las acciones de AMR han perdido un 62% de su valor en lo que va de año y están muy lejos del máximo de 85,59 dólares que alcanzaron en julio de 1998. (Reuters)