Año CXXXV
 Nº 49.570
Rosario,
miércoles  14 de
agosto de 2002
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Menopausia
Dudas y temor por el uso de hormonas
Un estudio norteamericano causó gran revuelo al concluir que el tratamiento aumenta el riesgo de tumores mamarios. Opina un especialista rosarino

Belén Travesaro / La Capital

Las mujeres que atraviesan la menopausia y reciben la terapia con hormonas aumentan los riesgos de sufrir cáncer de mama y enfermedades cardiovasculares, según los resultados de una investigación norteamericana. Las conclusiones forman parte de una investigación denominada Iniciativa para la Salud Femenina y fueron publicados recientemente en la revista Times, causando gran revuelo entre las norteamericanas que reciben este tipo de tratamiento.
El doctor Abraham Mirkin -profesor adjunto de la cátedra de Ginecología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario- dijo a La Capital que las conclusiones del estudio "no deben interpretarse como una alarma para suspender la administración de hormonas a mujeres menopáusicas, sino que deben servir para investigar con mayor énfasis otros esquemas de administración y dosis más bajas".
El estudio WHI tenía previsto finalizar en el 2005, pero una parte de la investigación fue suspendida a fines de mayo último por el Comité Independiente de Seguimiento y Seguridad, debido a que existían evidencias "pequeñas" de un incremento del cáncer de mama en las usuarias de estrógenos conjugados equinos más medroxiprogesterona por más de 4 años.
Los límites de la investigación no contemplaban la aparición de estos datos. Cabe aclarar que para el estudio se utilizaron hormonas en altas dosis.
Entre 1993 y 1998, en Estados Unidos, se reclutaron más de 16.000 mujeres posmenopáusicas por encima de los 50 años para incorporarlas al estudio WHI (Women Health Initiative), patrocinado por el Instituto Nacional de la Salud.
El objetivo fue analizar el efecto de estrógenos conjugados equinos sumados al acetato de medroxiprogesterona (la combinación de estrógenos y progesterona más usada en el país del norte) para la prevención de la enfermedad cardiovascular y las fracturas de caderas. En forma complementaria serviría para estudiar si existía riesgo de cáncer de colon y mama en las usuarias.

Mujeres de 63 años
En la investigación fueron incluidas 8.506 mujeres posmenopáusicas en tratamiento con droga activa y 8.102 que consumían sólo placebo. El promedio de edad de las mujeres incluidas en el estudio en cuestión (WHI) fue de 63 años.
Respecto de estos datos, el doctor Mirkin aclaró que en la Argentina "pocas son las mujeres de más de 60 años que permanecen con terapia hormonal combinada por boca. En nuestra experiencia las mujeres experimentan su menopausia alrededor de los 50 años esta terapia es indicada para los síntomas climatéricos (sofocos, trastornos del humor y del sueño, disminución del deseo sexual, etcétera)".
"El WHI es tal vez el más importante estudio realizado hasta la fecha con metodología apropiada para conocer el riesgo/beneficio de la administración de hormonas a mujeres menopáusicas para mejorar la calidad de vida", opinó Mirkin. La menopausia no es una enfermedad, por lo que la investigación estaba planteada como una estrategia de salud para estudiar los alcances de la terapia de reemplazo hormonal.
El profesional rosarino aclaró que el "pequeño" incremento del cáncer de mama ocurrió con uno de los esquemas de tratamiento planteado en el estudio y opinó que "sería deseable que todos los esquemas sean sometidos a pruebas tan científicas, prolijas y serias como el WHI".
"La prensa mundial difundió con énfasis y distorsión los datos sobre el aumento del cáncer de mama, sin embargo, -agregó- el incremento en usuarias de hormonas versus placebo fue menos del 1 por mil", enfatizó el especialista.
El estudio no sólo arrojó resultados negativos. También sirvió para comprobar que las mujeres en investigación tuvieron menos fracturas de cadera por osteoporosis y una disminución moderada del cáncer de colon. El 97,5% de las mujeres no tuvo ningún evento adverso y no hubo diferencias en la mortalidad entre el grupo que consumió hormonas y al que se le administró placebo.
Para el doctor Mirkin las conclusiones no deben generalizarse y llevar a la suspensión de la prescripción de hormonas. "Por el contrario, -dijo- se debería promover la investigación de distintos tipos de hormonas y otros esquemas de administración para obtener más elementos de juicio que aclaren los hechos correspondientes".



"Las hormonas son indicadas para aliviar los sofocos". (Foto: César Arfeliz)
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