Año CXXXV
 Nº 49.570
Rosario,
miércoles  14 de
agosto de 2002
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Clásica paternidad
Básquet: Argentina ganó el Súper 4 con un final caliente

Domingo Celsi / La Capital

Argentina ganó un clásico caliente. Aunque los dirigidos por Rubén Magnano no pudieron desplegar el básquet de los dos primeros encuentros (sólo lo hicieron en algunos pasajes del partido) supieron mantener la ventaja sobre el final, que tuvo momentos polémicos cuando quedaban 3 segundos y la diferencia era de un punto, para quedarse por segundo año consecutivo con el título del Súper 4 y despedirse del público argentino con la alegría de derrotar una vez más a Brasil. Fue 83 a 82 y así la gente lo disfrutó más, porque no hay nada más lindo que ganar un clásico con lo justo.
El conjunto argentino dejó la ciudad de Rosario sabiendo que tiene jugadores como para mezclarse con los mejores del mundo y su técnico Rubén Magnano quedó con la dolorosa tarea de tener que dejar esta misma madrugada a dos jugadores fuera del plantel, algo nada sencillo a la luz de lo visto en esta jornada, en la que todos demostraron que están plenamente compenetrados con la idea del conductor y tienen condiciones técnicas para integrar un plantel nacional.
Cuando pudo desplegar su juego, Argentina fue un equipo completo. Arrancaba como Bilardo y terminaba como Menotti, con lujos incluidos, pero cuando Brasil apeló a la vieja estrategia de Helio Rubens de ensuciar el trámite, la cosa se puso fea. Primero fue un choque entre Sandro y Victoriano y después fue Marcelinho el que trató de calentar el ambiente. En ese lapso el equipo perdió por momentos la concentración porque los brasileños logaron el propósito de sacarlo del partido. Pero cuando las aguas se calmaron, los albicelestes recompusieron las líneas y terminaron justificando el triunfo.
La victoria sirve además como inyección anímica para encarar el Mundial que comienza en 15 días. Magnano y companía saben que ahora viene lo más difícil pero también son conscientes de que pueden pelear con los mejores de igual a igual si repiten lo hecho en este Súper 4. Argentina fue una fiesta dentro y fuera de la cancha. Después de las frustraciones del fútbol y el vóley, este equipo recompuso el romance con la gente porque pasa a ser la nueva esperanza.



El plantel exhibe el cheque que obtuvo tras la victoria. (Foto: Hugo Ferreyra)
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