Gustavo Conti / La Capital
Los días parecen que pasan más lentos cuando no se ve la hora de llegar a una cita. Eso les cabe más a los hinchas que a los jugadores auriazules. Unos porque piensan que los próximos tres puntos son posibles en Bahía Blanca. Otros porque con el envión que traen están para jugar ya pero no quieren apurarse. Saben que la comida más sabrosa se cocina a fuego lento y que la ansiedad es mala consejera. Por eso quizás la tarde de ayer en Palos Verdes transcurrió apacible, también porque algunos como Figueroa y Castellano necesitan tiempo para recuperarse de sus dolencias y así estar al ciento por ciento para enfrentar el domingo a Olimpo, a las 15.30 y con el arbitraje de Horacio Elizondo. Figueroa fue golpeado por Enría el domingo último y en la fecha anterior también recibió otro impacto en el mismo tobillo (el izquierdo) que lo tuvo a maltraer antes del debut. En tanto, a Castellano lo viene afectando una patada en la zona de la ingle recibida en la última jugada ante Lanús, que le impide sacar bien del arco por ejemplo. Si bien estas molestias no son para pasar por alto, tampoco incidirían en el técnico a la hora de plantearse modificaciones. Aunque Menotti no dijo nada ayer sobre la constitución del equipo, salvo alguna lesión limitante, Central iría con los mismos que vencieron a Gimnasia o anteriormente a Lanús. La variante, en todo caso, podría estar en el banco de suplentes con el regreso de Luciano De Bruno. Precisamente, el caso del Pequi oficia de testigo para el resto. Es que el volante perdió la titularidad a manos de Vitamina Sánchez por un estado gripal y en la fecha pasada no sólo no jugó de entrada sino que tampoco estuvo en el banco. Y eso que Menotti fue siempre de respetar los puestos. Claro que, como dijo el técnico, ahora tiene entre manos "un lindo problema", que es el de tener a varios jugadores en óptimas condiciones, ya que también Juan Pablo Cárdenas está en condiciones físicas de entrar a la cancha, y no hay que olvidar que Germán Rivarola viene jugando en la reserva porque Papa le robó el puesto cuando Pirulo no estaba bien en los días previos al debut. Y cuando las cosas van bien, es difícil que el DT realice variantes. Por eso Figueroa ayer fue infiltrado y aunque en algunos ámbitos admitió que lo está fastidiando jugar así, no se perderá el partido por nada del mundo. Otro tanto puede decirse del Rifle, quien al igual que el delantero dialogó largo rato con Menotti en el vestuario luego del entrenamiento en Palos Verdes. Si bien Gustavo Barros Schelotto cumplió en su debut en los pocos minutos que jugó, nada hace pensar que Marcelo Quinteros y, menos, Cristián Pino puedan ser excluidos. La única variante posible sería el regreso de De Bruno pero en el banco. Y en ese caso habría que pensar quién saldría. Delgado seguro que no, Mariano González tampoco porque es el único defensor, y las alternativas quedarían limitadas al Mellizo o Arriola. Y Barros Schelotto quedaría. Menotti, como cualquier técnico, también es partidario de que equipo que gana no se toca. Y menos si viene goleando. Las molestias de Figueroa y Castellano no lo harían cambiar de parecer.
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