Año CXXXV
 Nº 49.570
Rosario,
miércoles  14 de
agosto de 2002
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Marcelo Bielsa seguirá como técnico de la selección hasta el final de las eliminatorias
En caso de clasificar al Mundial de Alemania 2006 el vínculo se extenderá en forma automática

Como ocurrió con César Luis Menotti después del Mundial de 1978 y con Carlos Salvador Bilardo luego de México 1986, ayer Marcelo Bielsa fue confirmado por un nuevo período premundialista al frente del seleccionado argentino, aunque a diferencia de aquellos, que venían de ser campeones, el rosarino continuará después de un rotundo fracaso.
"Fracasar", un verbo que en el vocabulario de Bielsa recién empezó a pronunciarse en Japón, porque toda la etapa previa tuvo un éxito inédito, tanto en eliminatorias como en amistosos.
Por eso esta decisión adoptada ayer por el comité ejecutivo de la AFA tampoco tiene antecedentes en la historia del máximo organismo del fútbol argentino, en lo que a seleccionados mayores respecta.
Por lo pronto el Loco fue confirmado hasta la finalización de las eliminatorias sudamericanas para Alemania 2006, que finalizarán un año antes, pero su vínculo se prolongará automáticamente en caso de clasificar para el certamen ecuménico.
Bielsa asumiría formalmente sus funciones el próximo martes, en el predio de Ezeiza, donde ofrecería una rueda de prensa en la que anunciaría su futuro plan de trabajo.
"El comité aprobó esta noche la contratación de Bielsa y entre jueves y viernes se diseñará y firmará el contrato correspondiente. Está todo arreglado, pero falta transcribirlo en un papel", aclaró anoche el titular de la comisión de selecciones de AFA, Héctor Domínguez.
"En cuanto al médico, el único tema que no fue resuelto todavía, será consensuado entre Bielsa y la AFA", apuntó el también presidente de Gimnasia y Esgrima.
Precisamente Domínguez y los otros dos integrantes de la mencionada comisión (el titular de Estudiantes de La Plata, Julio Alegre, y el vicepresidente de Quilmes, José Luis Meiszner) fueron los encargados de cerrar ayer al mediodía, en una reunión que mantuvieron con el técnico, los restantes detalles concernientes al acuerdo final.
Y así, después de tantas idas y vueltas, justo un martes 13 se embarcó nuevamente Bielsa en un proyecto futbolístico cuyo objetivo final es una buena participación del seleccionado en Alemania.
Porque ese y ningún otro resultado será capaz de restañar en parte la profunda herida abierta hace exactamente dos meses en Japón, cuando el conjunto dirigido por el entrenador rosarino fue eliminado de la Copa del Mundo por Suecia.
La oficialización del nuevo proceso que encabezará el ex técnico de Newell's y Vélez iba a producirse el martes pasado, pero debió postergarse porque Julio Grondona no pudo hacerse presente a raíz del asesinato de un socio comercial suyo.
Entonces todo se prolongó siete días más, aunque la resolución de este tema, que tuvo un sinfín de vericuetos, había sido resuelta hace más de diez días.
El acuerdo se produjo después de sendas reuniones que Bielsa mantuvo con Grondona, primero en el campo que el titular afista posee en Loma Verde, una localidad cercana a Coronel Brandsen, y después en Ezeiza, donde participaron del encuentro los mencionados integrantes de la comisión de selecciones.
Al cabo de esas conversaciones se acordó que Bielsa percibirá 80.000 pesos de sueldo y sus colaboradores seguirán siendo el preparador físico Luis Bonini, los ayudantes de campo Claudio Vivas y Javier Torrente y el kinesiólogo Raúl Lamas.
También que el debut en este nuevo ciclo se producirá el 20 de noviembre, justamente en Japón, escenario de la última gran frustración argentina, frente al seleccionado local que presentará también como entrenador al brasileño Arthur Antunez Coimbra, Zico.
En el camino quedaron los intentos de Grondona por incluir a Gabriel Macaya (preparador físico de Paraguay en el pasado Mundial) en lugar de Bonini, aunque aún no resignó la chance de colocar a Raúl Madero en lugar de Donato Villani.
Claro que todo esto tiene algunos puntos a tener muy en cuenta, como que Grondona llegó a la elección de Bielsa porque no había en su bolillero otro candidato para hacerse cargo del equipo de mayores después de la negativa del ex coordinador de selecciones José Pekerman.
La negativa del técnico tricampeón mundial Sub 20 sorprendió a Grondona, quien pese al reclamo popular y mediático nunca consideró para el cargo a Carlos Bianchi, al que vetó por algunos episodios del pasado, cuando el Virrey de Liniers dirigía a Vélez Sarsfield y apoyó a sus dirigidos cuando lanzaron algunas críticas a los dirigentes de AFA.
Esto ocurrió durante el viaje que el conjunto velezano realizó a Japón, en ocasión de jugar la Copa Intercontinental que finalmente le terminó ganando al Milan italiano.
A partir de estos hechos y de la posterior queja mediática del plantel boquense también dirigido por Bianchi, en ocasión de jugar la final de la Copa Libertadores ante Palmeiras, el presidente de AFA se hizo una imagen de Bianchi "defensor de jugadores" y lo tachó de la lista.
Por eso esta vez y como nunca en sus 24 años al frente de la administración de la calle Viamonte, Grondona se quedó sin ningún as en la manga y debió recurrir nuevamente a Bielsa, cuando en otras ocasiones tuvo a mano candidatos para relevar nada menos que a entrenadores campeones del mundo, como los señalados Menotti y Bilardo.
Los agoreros juzgarán como un mal signo que esta nueva etapa de Bielsa, cuyo contrato se prolongará hasta finalizar las eliminatorias que comenzarán el año próximo y tendrá prolongación automática en caso de clasificar al Mundial de Alemania, se inicie un martes 13.
Pero pronósticos al margen, lo concreto es que no será sencillo lo que vendrá para el seleccionado, ni siquiera ganando, por ejemplo, la Copa América de Perú en 2004.
Una medalla dorada, y no de otro metal, en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 seguramente permitirá atemperar los ánimos contrarios que despertó el fracaso oriental, pero todo servirá de nada si en el Mundial que se jugará recién dentro de cuatro años Argentina no lava la imagen dejada hace un par de meses en Japón.
Por eso las exigencias previas serán mucho mayores y la paciencia no tendrá demasiado espacio de maniobra en la opinión pública. En definitiva, Bielsa quiere tomarse una revancha personal, algo que en general quiere todo el argentino futbolero. (Télam)



Bielsa tendrá muchos menos espacio para los errores.
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