Un niño de ocho años de edad, que cayó anteayer por la tarde mientras jugaba a la pelota en un pozo de 15 metros de profundidad, fue rescatado ayer salvo y sano por el Grupo Especial de Salvamento y de Bomberos de la Policía cordobesa. El chico pasó la noche clamando -sin ser escuchado- que lo sacaran de allí.
El protagonista de esta historia de 14 horas que tuvo un final feliz, resultó ser Jonhatan Marcelo Centurión, de ocho años, quien vive en el barrio Cooperativa el Progreso, en el sector sudeste de la ciudad de Córdoba. El pequeño estuvo jugando a la pelota en la tarde del domingo, con un grupo de amigos, en proximidades de su vivienda, pero dado que en las primeras horas de la noche no había regresado a su casa, sus padres se movilizaron para establecer su paradero y denunciaron su desaparición ante la autoridad policial, que inició la búsqueda.
En la mañana de ayer, un matrimonio vecino, que caminaba por una de calles del barrio, escuchó gritos desde una obra en construcción del barrio. Tras acercarse, pudieron determinar que provenían de un pozo sin demarcar y tapado por arbustos. El niño clamaba por sus padres pero al mismo tiempo decía "estoy bien, me caí jugando a la pelota, me duele la cara, pero estoy bien".
El marido, Juan Reynoso, corrió hasta la comisaría, en tanto su mujer quedó al lado del pozo para consolar al pequeño y advertirle que pronto lo rescatarían. De inmediato llegó al lugar personal policial y el cabo Marcos Cisneros logró sacar a la criatura sana y salva. El niño fue trasladado al Hospital de Niños, donde quedó internado preventivamente para realizarle un chequeo médico y brindarle apoyo psicológico, para evitar las secuelas del trauma que le significó quedar encerrado tanto tiempo.
Sólo una fractura
Según se indicó, no sufrió mayores daños al caer, y milagrosamente sólo presentaba algunos moretones, una fractura en el maxilar inferior y un raspón en los labios.
Los médicos del Servicio Municipal de Emergencias, estiman que la caída del niño se amortiguó por la arena acumulada en la base inferior del pozo y que no sufrió heridas de consideración ya que probablemente la estrechez del mismo evitó que golpeara entre sus paredes.
La jefa de guardia del Hospital de Niños que recibió al pequeño, María Cristina Quinteros, dijo ayer a la tarde que Jonhatan se encontraba en "buen estado de salud" y que ya había pasado a una sala común en observación por 24 horas". Precisó que el pequeño ingresó al centro asistencial, "totalmente consciente e incluso indicó qué es lo que estaba sintiendo, qué le dolía, y adónde". (Télam)