Año CXXXV
 Nº 49.569
Rosario,
martes  13 de
agosto de 2002
Min 4º
Máx 12º
 
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Editorial
Una muestra ejemplar

Es posible concebir un proyecto en la Argentina, pese a las enormes dificultades por las que atraviesa, donde decenas de miles de niños en poco tiempo puedan establecer un vínculo con el arte, con su historia, en el que indaguen e interactúen con la obra, de modo que esa experiencia quede grabada y gravite positivamente en sus vidas. Así lo entendieron quienes fueron protagonistas fundadores de la muestra "Berni para niños", desde la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Rosario, y la implementaron exitosamente en nuestra ciudad en el transcurso del último año. Claro que esa experiencia no quedaría allí, porque pocos meses después surgió la posibilidad de trasladarla nada menos que al Centro Cultural Borges, ubicado en las Galerías Pacífico, de la ciudad de Buenos Aires. Y hoy, tras 16 semanas de exposición en ese complejo, ya han pasado por la misma alrededor de 75 mil chicos, cifra que por sí sola revela la trascendencia que ha logrado la iniciativa. Pero además algo realmente notable fue que durante las vacaciones de invierno se convirtió en una de las alternativas de salida ineludibles, con una concurrencia estimada en 15 mil niños. "Es que nunca se presentó una muestra pensada y montada especialmente para niños", dijo a modo de justificación la coordinadora del Borges.
Y en verdad, lo que para nuestra gente ya es parte de una historia conocida, para otros se trata de un verdadero hallazgo. Por eso la muestra no se quedará allí sino que seguirá abriéndose camino por otras ciudades, como La Plata, Córdoba, Mendoza, y tal vez Mar del Plata en la próxima temporada. Además, ha comenzado a generar recursos, que permitirán avanzar en una exposición sobre la obra de otro artista rosarino: Leónidas Gambartes.
Para Rosario, precisamente en el aniversario de los 150 años de ciudad, implica un modo de reconocimiento de enorme valor. Porque se trata de la obra de uno de sus hijos más dilectos, que con sus pinturas y su sensibilidad con la niñez desprotegida supo convertir sus telas en mensajes de esperanza e igualdad que recorrieron el mundo. Mensajes que hoy adquieren una mayor relevancia, ante la crítica coyuntura socioeconómica que se vive.
Para los hacedores del proyecto, el merecido orgullo de haber producido un hecho cultural que no se detiene y del que sólo se espera que otros se dignen a emularlo.


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