Año CXXXV
 Nº 49.569
Rosario,
martes  13 de
agosto de 2002
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El Trébol le dijo adiós al basural a cielo abierto
La Municipalidad inauguró una planta para reciclar residuos. Los cirujas trabajarán en cooperativa

Luis Emilio Blanco / La Capital

El Trébol. - La Municipalidad inauguró una planta de tratamiento de residuos y transformó a esta ciudad en la primera de la región que invierte en un emprendimiento de esta naturaleza y erradica los tradicionales y nocivos basurales a cielo abierto. El nuevo sistema de reciclado, que entró en funcionamiento ayer, permitirá también dignificar el trabajo de quienes frecuentaban hasta hace pocos días el basural en busca de objetos de valor: ahora tendrán trabajo como empleados.
"Aspiramos a que realmente funcione bien. Los problemas económicos que nos aquejan nos obligaron a economizar, de modo que la obra no es la que habíamos proyectado inicialmente. Debimos reemplazar algunas cosas pero creemos que va a cumplir con la finalidad propuesta", dijo el intendente Angel Mateo Rossi en el acto inaugural.
Con esta planta, el intendente piensa que se logrará un doble propósito: un importantísimo saneamiento ambiental de la población y al mismo tiempo dignificar el trabajo de mucha gente. Es que ocho empleados que anteriormente cirujeaban, ahora conformaron una cooperativa de trabajo y recibirán como remuneración lo producido en la planta de reciclado.
Las instalaciones, ubicadas en un predio alejado de la planta urbana, consisten en un cobertizo en el que se montó una mesa para la selección manual de la basura. Una vez clasificada se ubica en distintos contenedores y los materiales que lo permiten (cartón, plásticos y metales) son prensados en fardos de un metro cúbico y luego estibados para la venta.
Los residuos orgánicos se depositan en playones de hormigón y tras el proceso de descomposición se proveerá el compost resultante para un emprendimiento de lombricultura del que se obtendrá abono para huertas orgánicas. Las ramas se reducirán con una máquina especial y el material patológico, que tendrá un circuito de recolección aparte, será lo único sometido a procesos de incineración.
Inicialmente la planta se iba a construir mediante un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con una inversión prevista de 70 mil pesos. Pero la crisis obligó a realizar algunos cambios. Con mucho ingenio y trabajo por parte de los empleados municipales se construyó la maquinaria necesaria para montar la planta, lo que requirió unos 20 mil pesos. Ahora resta construir la mesa vibradora para separar automáticamente el material orgánico del inorgánico.



El emprendimiento es el primero en la zona.
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