El plantel de Boca Juniors arribó ayer a Buenos Aires procedente de Inglaterra, donde el sábado perdió frente al poderoso Manchester United por 2-0 un cotejo amistoso a beneficio de Unicef, y el técnico Oscar Tabárez les dio un día de descanso a sus dirigidos, quienes manifestaron que jugar en Old Trafford fue "un sueño hecho realidad". En tanto, el grupo de jugadores que permaneció aquí, con el goleador Roberto Pampa Sosa incluido, efectuó ayer por la mañana un severo entrenamiento físico en el complejo de Casa Amarilla. El conjunto regresó sin lesionados y hoy, a partir de las 10.30, la totalidad del equipo practicará con vistas al encuentro del domingo próximo ante Estudiantes, que se jugará en la Bombonera. A su llegada a Ezeiza los jugadores destacaron la importancia del cotejo disputado en tierras inglesas y desestimaron que el trajín del viaje pudiera afectarlos en el aspecto físico. El mediocampista Christian Giménez dijo que "fue un partido muy emotivo. Nosotros tratamos de jugar lo mejor posible y de manejar la pelota. Quizás se hizo un poco más duro en el segundo tiempo que en el primero", analizó. Y agregó que "fue un sueño jugar en esa cancha. Sabemos que los ingleses están a otro nivel. Ahora tenemos una semana para ponernos bien. No creo que el viaje afecte el rendimiento del equipo". Por su parte, el delantero Raúl Estévez comentó que el equipo llegó a Manchester "cansado por el largo viaje", porque además había jugado tres días antes un durísimo partido por el torneo local ante Banfield. A su vez, la nueva figura xeneize, Carlos Tévez, coincidió con el ex San Lorenzo en que se "jugó bien. Sentimos el cansancio del viaje, pero no es tan complicado como para perjudicarnos en el Apertura". "Con 18 años, para mí es una experiencia importante jugar allí. Pero sabíamos que era un amistoso y el resultado no va a cambiar el ánimo nuestro. Creo que hicimos un buen papel", estimó. El volante no quiso hablar demasiado acerca de su expulsión, ocurrida a los 26 minutos de la segunda etapa, cuando chocó con el temperamental Paul Scholes. "La gente pedía que me echen y me echaron", expresó. El presidente de la entidad, Mauricio Macri, hizo hincapié en la trascendencia del partido y la relevancia que tuvo para sus jugadores. "Para todos los futbolistas que estuvieron en ese estadio, enfrentar a un conjunto tan ordenado, con hombres que vienen jugando juntos desde hace años, es muy importante. Una experiencia que seguro van a capitalizar", apreció. Al ser consultado por las declaraciones del técnico de River, Manuel Pellegrini, que se quejó del viaje a Honduras en el que los millonarios perdieron con un equipo local, Macri enfatizó que "no es lo mismo jugar en el estadio de Manchester que en Centroamérica". (Télam)
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