Cuando Walt Disney comenzó a bosquejar la idea de lo que más tarde sería su famoso Disney World lo hizo -según sus propias palabras- inspirándose en la República de los Niños, un maravilloso país en miniatura ubicado a diez minutos en auto de la ciudad de La Plata. En su parque de 53 hectáreas todo está construido a escala: castillos, palacios orientales, restaurantes, edificios públicos, anfiteatro, estaciones de ferrocarril y hasta el tren que lo recorre. Tanta magia, fantasía y aventura tienen como único destinatario a los simpáticos "locos bajitos" -tal como Serrat define a los niños-, protagonistas excluyentes de un paseo inolvidable, donde está prohibido decirles "eso no se hace, eso no se dice, eso no se toca".
La encantadora República de los Niños se levantó hace medio siglo en un predio ubicado en la localidad de Manuel B. Gonnet, sobre el camino General Belgrano en el partido de La Plata. Las tierras pertenecían al antiguo campo de golf del Swift Golf Club.
Luego de dos años de continuo trabajo, el parque fue finalmente inaugurado el 26 de noviembre de 1951 por el entonces presidente Juan Domingo Perón. Considerado como el mayor emprendimiento infantil de Latinoamérica y el primer parque temático de América, la República de los Niños fue fundada con un doble propósito: el de esparcimiento creativo en un mundo de sueños y cuentos ligados a la infancia, por un lado, y el de aprender a ejercer los derechos y obligaciones que poseen los ciudadanos en todo país democrático, por el otro.
En los primeros años de funcionamiento el parque recibió la visita de Walt Disney, que sorprendido por tanta belleza se inspiró para construir más tarde Disneylandia.
El paisaje de la República de los Niños presenta zonas onduladas, espacios verdes parquizados, una añosa arboleda con variedad de especies y una depresión central que por drenaje natural de las aguas conforma un lago con islas.
Tres áreas para disfrutar
El mundo de maravillas está sectorizado en tres áreas: urbana, rural y deportiva. El área urbana posee senderos, calles y singulares edificios que constituyen un eje central denominado centro cívico, donde se concentran las construcciones que albergan las instituciones del Gobierno de la República.
Siendo los niños los destinatarios de este maravilloso emprendimiento, el objetivo fundacional fue construir los edificios a su escala para que puedan vivenciar el funcionamiento de las instituciones republicanas, formándose en los principios democráticos.
Castillos, palacios orientales, restaurantes, edificios públicos y hasta la misma capilla, donde se suele oficiar misa, también respetan este estilo arquitectónico a la medida de los niños.
El equipo proyectista y ejecutor de las obras fue encabezado por los arquitectos Lima, Cuenca y Gallo que tomaron como fuente de inspiración los cuentos de Andersen, los hermanos Grimm y las leyendas narradas por Tennyson y Mallory para planificar y dirigir su construcción con influencias de estilos medievales, europeos e islámicos.
Museo del Muñeco
El edificio del Banco Municipal Infantil, situado frente a la plaza San Martín, es una réplica del Palacio Ducal de Venecia. Cerca se levanta otra construcción, el Palacio de Cultura, inspirado en el Taj Mahal de Agra, en la India, donde tiene su sede el Museo Internacional del Muñeco.
En tanto, en torno a la plaza de las Américas se encuentra la Legislatura, inspirada en el Parlamento inglés, que alberga los recintos de las Cámaras de Diputados y Senadores del Gobierno Infantil de la República, conformado por alumnos de las escuelas locales.
Un gran espacio de juegos enfrenta al edificio del Palacio de Justicia con su sala de audiencias, despachos y la pequeña cárcel del subsuelo. Además el predio dispone de un estudio radiofónico, Radio República, que constituye la primera emisora infantil del país. En otro sector se ubican construcciones como el Estadio, la Casa del Niño y los edificios de la marina, ejército y aeronáutica.
Servicios y juegos
La República de los Niños ofrece a sus visitantes una serie de servicios que se traducen en distintas propuestas para grandes y chicos. El centro cívico, que se desarrolla a lo largo de la calle peatonal y desemboca en la plaza San Martín, contiene casas de comidas, kiosco, heladería y casa de fotos. Además el parque dispone de una oficina de informes y turismo, microcine, granja, acuario y pulpería, que ofrece comidas típicas y alquiler de ponnys.
Completando el paisaje verde en el que se encuentran la granja, el anfiteatro y el lago, está el parque de juegos mecánicos, con diversiones y tarifas de 10 centavos hasta 5 pesos.
Entre las atracciones se destacan los video juegos, metegol, carrusel de dos pisos, la vuelta al mundo, pelotero, ballena inflable, autos a batería, twister gigante, el barco pirata, jeeps a batería, kartings, botes chocadores en el lago, hidropedales, cuatriciclos y carros a pedal.
Todas estas atracciones llenan de vida y color a la República de los Niños, un sitio mágico, encantador, inolvidable, donde parece haberse inspirado María Elena Walsh para cantar: "Me dijeron que en el reino del revés/cabe un oso en una nuez/que usan barbas y bigotes los bebés/y que un año dura un mes". ¡Feliz Día del Niño, para todos los menores de 100 años que todavía conservan la alegría!
La Ciudad
