Nueva York. - El gigante estadounidense de las telecomunicaciones WorldCom, en proceso de bancarrota y envuelto en un escándalo financiero sin precedentes, reconoció nuevas manipulaciones contables por 3.300 millones de dólares que se prolongan hasta el año 1999. Con esto, las partidas maliciosamente inscritas como ganancias ascienden a 7.180 millones de dólares, dijeron anoche voceros de WorldCom, casa matriz de MCI, la segunda mayor empresa estadounidense de comunicaciones a larga distancia después de AT&T, y la mayor operadora mundial de servicios de Internet.
Los nuevos 3.300 millones de dólares se suman a los 3.850 millones de dólares en gastos operativos indebidamente contabilizados como inversiones de capital, ya reconocidos anteriormente para el año 2001 y el primer trimestre de 2002. Las nuevas irregularidades obligarán a una revisión de los balances de 2000, 2001 y el primer trimestre de 2002, anunció la empresa.
Según WorldCom, una vez que se haya revaluado los beneficios, es muy probable que deba además dar por perdidos 50.600 millones de dólares por la devaluación del valor contable de empresas adquiridas en los últimos años. La adquisición de unas 60 empresas desde mediados de los años 90 había convertido a WorldCom en la segunda mayor empresa de comunicaciones de larga distancia y el mayor operador mundial de servicios de Internet.
Vigilancia judicial
WorldCom seguirá operando bajo la vigilancia del juez de quiebras, mientras sus libros de contabilidad están en manos de la empresa de auditoría KPMG LLP y la estatal Comisión de Valores y Bolsas (SEC) realiza una investigación a fondo de su contabilidad. Las acciones de WorldCom, que en 1999 llegó a tener un valor bursátil de más de 100.000 millones de dólares, carecen actualmente de todo valor. La mayor parte de las nuevas manipulaciones contables se refieren a las reservas para cubrir deudas de clientes morosos, procesos judiciales y otras pérdidas potenciales, que en WorldCom fueron infladas artificialmente, reportó ayer el diario New York Times en su edición online.
Hasta ahora, en las empresas estadounidenses ha sido práctica habitual el poner de lado reservas infladas exageradamente como fondo "para tiempos malos", pero creando en la práctica un fondo secreto que pueden utilizar incluso para oscuros fines. Echan mano a esas reservas en caso de que en un trimestre teman no satisfacer las expectativas de la bolsa, transfiriéndolas a sus activos.
Las partidas falsas conocidas hasta ahora en WorldCom se referían a gastos operativos indebidamente contabilizados como inversiones de capital. Según las leyes norteamericanas, los gastos operativos deben restarse inmediatamente de los ingresos, mientras los costos de gastos de capital se pueden repartir a largo de un tiempo. Al repartir los gastos operativos como ganancias, WorldCom infló artificialmente sus beneficios.
El ex jefe de finanzas de WorldCom, Scott D. Sullivan, y el ex jefe de la contabilidad de la empresa, David Myers, fueron arrestados el pasado 1º de agosto por fraude contable y dejados después en libertad tras el pago de una fianza de diez y dos millones de dólares, respectivamente.
Al margen de las pesquisas de la Comisión de Valores y Bolsas (SEC), también el Departamento de Justicia y una comisión parlamentaria investigan lo que es el mayor el escándalo financiero en la historia de EEUU. El escándalo estalló el 25 de junio, cuando el jefe del consorcio, John Sidgmore, reconoció manipulaciones contables por 3.850 millones de dólares, a las cuales se suman a partir de ayer otros 3.300 millones. WorldCom presentó el 21 de julio la convocatoria de acreedores ante un tribunal de Nueva York, incapaz de pagar deudas por 41.000 millones de dólares. (DPA)