Harto ya de estar harto, Horacio Usandizaga dio otro portazo. En este caso, el senador nacional por la UCR anunció esta semana, a través de una escueta nota, su decisión de alejarse del Consejo de la Magistratura a partir del 31 de agosto próximo. Fiel a su estilo, el Vasco plantó una intempestiva renuncia cuyos motivos no quedaron en claro. ¿Por qué? Directamente no los argumentó. Aunque son muchos los que dejan entrever como razón de la dimisión el desgaste del ex intendente rosarino por los varios y recientes escándalos que lo tuvieron como protagonista.
"Confirmado", se limitó a señalar anoche a La Capital un estrecho colaborador de Usandizaga. En tanto, para Angel Fermín Garrote, consejero santafesino en representación de los abogados de la matrícula federal, si bien la renuncia tiene el inocultable sello personal del senador, la misma podría atribuirse a "alguna especie de presión que fue gestada o preparada en la nominación de los jueces de la Cámara en lo Contencioso Administrativa (los encargados de resolver los amparos)".
Garrote se refirió de este modo a lo ocurrido el 22 de mayo pasado en el Palacio de Tribunales, cuando el Vasco desafió a un grupo de ahorristas que asistió a un concurso del que había quedado virtualmente relegado el juez Martín Silva Garretón, de destacada performance en materia de amparos contra el corralito financiero.
Los ahorristas habían ingresado a la sala acusando de "corruptos" a los consejeros. Tal vez creyendo que no lo escuchaban, Usandizaga vociferó: "Los están arriando" para la manifestación a favor de Silva Garretón. Y desató la tormenta.
Luz roja
"Usted está subestimando a mi pueblo. A la gente no la arría nadie, reclama por lo suyo", replicó de inmediato la senadora Leila Chaya (PJ-Salta). Acto seguido, varios ahorristas se abalanzaron sobre Usandizaga y hasta lo manotearon, aunque sin alcanzarlo. La policía debió desalojar del recinto a los más exaltados, tras lo cual se levantó el plenario.
"Es verdad que el Consejo no reaccionó espasmódicamente para repudiar lo ocurrido. Tardó en dar a conocer su rechazo, pero no creo que éste sea un motivo para pegar un portazo e irse", explicó Garrote.
Fue entonces cuando el letrado lanzó un reproche: "A los espacios hay que pelearlos desde adentro y defenderlos. No se puede adoptar una actitud descomedida, o decir «me voy» porque algo no me gustó".
Paralelamente, su par Eduardo Orio se mostró sorprendido por la decisión del legislador. "No hay causa alguna invocada en la renuncia. Lo único que dice es que le notifica al bloque de senadores radicales la dimisión que le presentaba al presidente del cuerpo", detalló.
El concejero admitió que la baja del senador implica "la pérdida de una persona que trabajó muy bien, colaborando permanentemente, y con una actuación muy idónea en la comisión de Disciplina".
Orio coincidió con Garrote en rememorar el incidente con los ahorristas y el posterior repudio de sus pares del Consejo. "Si bien no fue inmediato, días después se rechazó lo ocurrido, porque interpretamos que se trató de un agravio hacia el cuerpo", dijo el abogado.
El dato no es menor. Después del altercado con los encolerizados ahorristas, el Vasco dejó de concurrir a las reuniones del Consejo, al que se había incorporado en 1999.
Por último, Orio afirmó: "Esperemos que Usandizaga revea su decisión, pero conocemos su temperamento y sabemos que, cuando toma este tipo de medidas, lo hace en forma irrevocable".
Sin embargo, fuentes consultadas por La Capital agregaron otro factor que habría pesado en la decisión de Usandizaga: el tratamiento periodístico que recibió un resonante escándalo registrado el 13 de junio.
Ese día, el senador fue señalado por salir en defensa del capitán de fragata Julio César Binotti, un marino sindicado como ex represor de la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma) durante la última dictadura militar, cuyo ascenso está siendo discutido en la comisión de Acuerdos de la Cámara alta.
La ausencia de precisiones acerca de los motivos de la renuncia del Vasco siguió abriendo un abanico de lucubraciones. Y no faltó quienes recordaron los cuestionamientos disparados por el legislador contra el ex juez federal de Mendoza Luis Leiva, destituido hace tres meses por el Consejo, y quien el miércoles fue procesado por un supuesto pedido de coima denunciado por el ex banquero Raúl Moneta.
Aunque, desde el cuerpo encargado de seleccionar a los magistrados y de la administración del Poder Judicial, que entró en funcionamiento el 16 de noviembre de 1998, se negó rotundamente a este diario cualquier vinculación con el caso Leiva. Lo cierto es que el Vasco renunció otra vez.