Año CXXXV
 Nº 49.566
Rosario,
sábado  10 de
agosto de 2002
Min 5º
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Analisis: ¿A quién le importa el sector agropecuario?

Susana Merlo

Hace exactamente una semana atrás se realizó la tradicional inauguración de la Exposición Rural en Palermo y dejó para el campo un sabor amargo. Y no justamente por los silbidos y demostraciones de malestar que, espontánea y lógicamente, fueron surgiendo de todas y cada una de las tribunas, sino por la más que notoria ausencia de autoridades en el acto.
No es la primera vez que el campo se expresa críticamente en la Rural. De hecho, al haberse constituido ese lugar como la tribuna política por excelencia del sector, naturalmente, tanto la aprobación como el rechazo se reflejan en esa histórica pista central.
Los políticos y funcionarios lo saben. Tanto es así, que en más de 100 ediciones de la muestra, sólo en cuatro oportunidades faltaron los presidentes de la Nación a esa cita.
Sin embargo, nunca como esta vez cuando, sólo un gobernador concurrió al acto y a la ausencia del presidente Eduardo Duhalde se le debió sumar la de todos sus ministros y -salvo alguna excepción- la de todos los secretarios de Estado.
El que sí estuvo presente fue el secretario de Agricultura, a quien no le quedó más remedio que concurrir.
Ahora bien. Se dice -y es cierto- que el campo es la columna vertebral de la Argentina, el principal soporte económico y el que justifica los mayores ingresos por exportaciones.
Se apela al campo para que aporte, para sacarle tajadas de sus precios vía retenciones, para cerrar cuentas o proveer a los promocionados programas sociales.
Sin embargo, "ese" campo no justifica siquiera gastar un par de horas de un día del fin de semana para hacerse presente y decir, aunque sea: "Sabemos del esfuerzo, Lo agradecemos y entendemos el malestar que hay...".
No parece demasiado para el aporte que nuevamente está haciendo el sector y, ni siquiera, con la delicadeza de alguna justificación.Por eso el sabor amargo.
Al igual que las personas, el reconocimiento del esfuerzo también sirve para los sectores pero, si no hay ni una cosa ni la otra, realmente se hace muy difícil seguir.
En este caso, el campo seguramente volverá a sobreponerse a la situación, pero parte del costo sería perfectamente evitable, aunque parece que a nadie le importa demasiado.


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