El debut de Argentino en Primera B será más que complicado. Es que hasta el cierre de esta edición no se sabía si iba a jugar ante Talleres (a las 15.30, en el Olaeta) con el equipo que plantó el nuevo técnico Adrián Taffarel en sus escasos cinco días de trabajo o si lo haría con la primera local a cargo de Juan Rodríguez. El síndico Abel Taboada y el gerente Juan José Acuña no tuvieron descanso en Buenos Aires, adonde están desde el jueves. Taboada gestionó el levantamiento de la inhibición que pesaba sobre el club y recién anoche la coronó con éxito tras presentar los avales por una deuda de 30.000 pesos, correspondiente a sueldos de jugadores posconcursales. En tanto, Acuña realizó febriles trámites en AFA para habilitar a los refuerzos y al cierre de esta edición no lo había conseguido por lo que es una incógnita saber cómo formará Argentino. Excepto la duda por el arquero, Taffarel tiene definido el equipo pero si no son habilitados los jugadores el DT de la local tomará el mando y Argentino jugará con esa categoría. Recién el sábado anterior la consultora Solís arregló con el club para hacerse cargo del fútbol y sus gastos, y el nuevo DT empezó a trabajar el lunes, probando jugadores y armando un equipo sin pretemporada y lejos de hacerse como tal. Por eso la premura por habilitar jugadores a último momento. A favor, Argentino cuenta con los pocos quilates del rival, ya que el juvenil equipo de Talleres es casi el mismo que realizó una pésima temporada 2001/2002.
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