La cuenta regresiva para los miles de peregrinos que esperan tocar la imagen de San Cayetano ya comenzó. La gente, sin quererlo, convertirá hoy a esta fiesta de fe popular en el termómetro de la pobreza y la desocupación que sacuden al país. En Rosario, la iglesia del patrono del trabajo abrió sus puertas a partir de esta medianoche para que los feligreses puedan ingresar lo más temprano posible. Así, fue modificada la decisión de hacerlo a las 5, como venía ocurriendo en los últimos años. La determinación puede verse como un signo de que se espera para este año una explosión de fe. La creciente desocupación influirá ostensiblemente al momento de rogarle al santo de la Providencia.
La Municipalidad, en conjunto con la Unidad Regional II de Policía, preparó un megaoperativo de control y organización (ver infografía). Unas 60 personas de Control Urbano, sumadas a 25 de la Dirección de Tránsito, otros 60 efectivos policiales, aparte de los 150 colaboradores espontáneos de la iglesia, ya están dispuestos para mantener el orden.
Los fieles de la ciudad y otras poblaciones cercanas irán, como cada año, abrigados con la esperanza de que las cosas cambien. Esperarán la tan anciada señal del santo en torno a una mejoría en el trabajo, el área donde ejerce como patrono sólo en Argentina. Desde el primer minuto de hoy la gente intentó acercarse a la imagen y rezar. Pero muchos esperan asistir a las misas programadas durante todo el día.
Los oficios, de una hora de duración, comenzarán a las 5, para prolongarse hasta después del mediodía (el último será a las 12). A las 15 partirá la procesión desde la iglesia hacia la plaza Libertad. Media hora más tarde se llevará a cabo la misa de campaña, celebrada por el obispo auxiliar de Rosario, monseñor Luis Armando Collazuol. A partir de las 17 se reanudarán los oficios, que finalizarán a las 23.
Los responsables de la parroquia son reacios a estimar cuánto público acudirá a la festividad. Si bien se presume que la crisis pueda influir, por ahora la novena del santo, paso previo a su día, se mantuvo en el promedio de asistencia habitual.
Una nota aparte evidenciaron los puesteros, algunos de los cuales armaban sus stands al cierre de esta edición. Este año habrá cerca de 220 habilitados, más los que se instalan sin cumplir con los requisitos municipales. En rigor, debieron anotarse en Control Urbano, pagar un sellado de 7,40 pesos y hacer una raspadita para obtener la ubicación. En las inmediaciones de la iglesia de Buenos Aires al 2100 habrá cortes de tránsito, el estacionamiento quedará prohibido y la recolección de residuos se realizará a pie. Habrá refuerzos de colectivos para arribar al lugar.
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La Ciudad
