Marcela Isaías / La Capital
Les sorprenden las largas colas frente a los bancos que se les dibujan eternas, la gran cantidad de carteles de casas y negocios que se venden o alquilan, pero no dejan de mostrar su preocupación por las "diferencias increíbles que hay entre una escuela y otra". Es que los profesores en ciencias sociales de Dinamarca, Poul Erik Jorgensen y Susanne Urup, visitaron la Escuela Toba Nº1.333 y el Colegio Parque de España, donde los contrastes de infraestructura y equipamiento se vuelven increíbles a los ojos de los daneses. Llegaron a Rosario invitados por el programa "Mi ciudad y el mundo" que desarrolla Ciudades Educadoras América Latina de la Municipalidad de Rosario. La idea principal es intercambiar visiones sobre aspectos culturales y conocer más sobre cómo viven los jóvenes argentinos. Para ello, los educadores daneses recorren distintas escuelas y charlan con adolescentes y jóvenes integrados a diferentes proyectos y organizaciones no gubernamentales. "El primer paso es encontrar los puntos en común que tienen los estudiantes de Rosario con los de Dinamarca, y trabajar sobre esos acuerdos o preocupaciones, que pueden ser los derechos humanos, el medio ambiente o la globalización, por ejemplo. Es decir, se trata de descubrir que a pesar de estar tan lejos hay cuestiones comunes para ponernos a trabajar", dice Jorgensen al referirse a cómo se inicia la tarea de intercambio. El año pasado un grupo jóvenes de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (Apdh) visitó Dinamarca en el marco de este contacto, ahora planean llevar diez estudiantes a este país para que recorran escuelas, dialoguen con alumnos daneses y cuenten cómo es ser joven en la Argentina de hoy. Cuando se le pregunta al profesor Jorgensen cómo define a un buen maestro, no duda en afirmar que "es quien respeta la integridad de la personalidad del chico, sus diferencias y en ese sentido, lo ayuda a desarrollarse", y en consecuencia "una buena escuela es la que trabaja en ese mismo sentido". Uno y otro docente consideran que el gran desafío que tiene la educación es lograr "el respeto por la diversidad y la multiculturalidad". Al tiempo que reconocen que esa es la tarea principal que tienen en su país a partir del movimiento inmigratorio que se vive en Europa. Por su parte, la profesora Susanne Urup, además de rescatar la alta preparación de los estudiantes que pertenecen a distintos colegios rosarinos y que acompañan a los educadores en sus visitas por la ciudad, advierte que percibe mucha esperanza en la gente que conoció en Rosario, "ya que -dice- a pesar de la crisis, miran hacia adelante, construyen en un sentido positivo, y eso es una buena muestra".
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