La celebración de los 150 años de la declaración de Rosario como ciudad despabiló a sus habitantes. O al menos los dejó pensando. Y en la euforia de los festejos apareció un interrogante: ¿el día de Rosario se debería seguir celebrando el 7 de octubre o cambiarse por el 5 de agosto? La gente se mostró a favor del cambio. Pero los funcionarios fueron más conservadores, algunos hasta le cerraron la puerta al debate, y sostienen al Día de la Virgen del Rosario como la jornada a recordar. Hubo voces que optaron por una posición intermedia y valoran el significado de ambas fechas, por lo que la celebración bien podría hacerse dos veces al año. Otros salieron airosos y cayeron en el lugar común de que "el día de la ciudad debería ser todos los días". "El 7 de octubre es el día de la Virgen fundadora sobre la que se constituyó el poblado, allá por el siglo XVIII. Esa fecha nos dio el alma. En cambio, desde el 5 de agosto de 1852, cuando se la declara ciudad, se construye nuestra identidad: cosmopolita, progresista y emprendedora", resumió el historiador Miguel Angel De Marco (h). Y por eso no está de acuerdo con que se modifique el Día de Rosario. Pero mucha gente no opina lo mismo, cuando todavía dura la euforia de los festejos por los 150 años de la ciudad. Carmen (comerciante, de 58 años), Rolando (taxista, 55), Hernán (árbitro de básquet, 25) y Liliana (ama de casa, 43) sólo compartían un domingo de paseo en el parque Urquiza, pero piensan lo mismo: ven al 7 de octubre como una celebración religiosa y creen que a Rosario se la debe homenajear el 5 de agosto. En otro festejo del fin de semana, los hermanos Martín (13) y Carolina Paladini (17) también optaron por esa fecha. "Este día es más integrador para la gente", justifica Gonzalo (estudiante, 22). "Por la parte de la fe, que siga el 7 de octubre, pero por lo que representa Rosario, que se siga festejando el 5 de agosto", dijo exultante el padre Henry Wilson durante la caravana solidaria para los microemprendimientos de su parroquia. Otros no descartaron la propuesta y la sumaron a la festividad religiosa. "El día de la ciudad debería ser todos los días", respondió Susana (empresaria, 45). "Se podría seguir respetando el 7 de octubre por tradición, pero el 5 de agosto debería ser el día de la producción de Rosario y la región", propuso su colega Carlos Cristini, del grupo Trascender. La idea no prendió entre los funcionarios y algunos rehuyeron a la discusión. "El Día de Rosario es el 7 de octubre, otra fecha llama a confusión. Es un hecho ya instalado y nadie lo debe poner en debate", resaltó el intendente Hermes Binner, durante los festejos por el 5 de agosto. A su lado, el ministro de Gobierno provincial, Esteban Borgonovo, agregó que "abrir este tipo de polémica es contraproducente". Sostuvo además que "las tradiciones hay que consolidarlas y no abrir un debate que sirve para dividir". Aún más contundente fue el vicegobernador Marcelo Muniagurria, quien no quiso entrar "en este tipo de discusiones" porque "no es importante". Para él, lo trascendente es "establecer lazos entre partidos y personas y que se hagan proyectos comunes", dijo a La Capital. El secretario de Gobierno municipal, Antonio Bonfatti, le encontró una explicación a la postura de mantener el día de la celebración de la ciudad. "Hay una definición histórica: el Día de la Virgen es el origen de la ciudad y el 5 de agosto es el día de la declaración de la ciudad". Por eso cree que no hay que cambiar. Juan Carlos Zabalza, secretario general de la Intendencia, intentó entender la euforia de los 150 años: "Es que nunca habíamos festejado la declaración de ciudad", explicó. Y aunque se mantuvo en la misma línea de sus compañeros, admitió que el 7 de octubre es una fecha "forzada".
| La bandera fue usada también para el 5 de agosto. | | Ampliar Foto | | |
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