U. G. Mauro / La Capital
"Lo que caracteriza al espectáculo que voy a presentar en Rosario es la diversidad", dijo el bailarín platense Iñaki Urlezaga, quien con el espectáculo "Iñaki baila" se presentará el viernes, a las 21, en el teatro Auditorio Fundación Astengo, Mitre 748. En diálogo con La Capital, Urlezaga, que es primer bailarín del Royal Ballet de Londres, habló de la particularidad de su actual gira nacional, en la que el programa varía en cada presentación. Asimismo, aseguró que la crisis nacional no afecta a la creatividad, aunque el recorte que imponen los números de la economía hace que todo el mundo tenga que agudizar su ingenio. -¿Qué características tendrá la actuación en el Astengo? -Lo fundamental es que en esta ocasión ofrecemos todos los estilos que puede brindar un bailarín clásico. Abrimos el espectáculo con "El Corsario", una obra que es totalmente clásica y en suite, es decir que van a estar las tres bailarinas y luego el pas de deux. Eso abarca toda una parte y después, en la segunda, vamos a interpretar "Pampeana" que es una coreografía de Ana María Stekelman sobre música de Ariel Ramírez, algo muy lindo porque pese a que nosotros la trabajamos desde lo contemporáneo, respira folclore y tiene mucho color y cosas autóctonas. Para finalizar, llevamos la coreografía de Miguel Elías, "Pop", sobre creaciones de Freddie Mercury y de Gloria Gaynor. -¿Quiénes integran el ballet que te acompaña? -Estoy trabajando con la compañía Ballet Concierto con la dirección de Lilian Giovine y Esmeralda Agoglia, y me acompaña además como primera bailarina Elena Kinoserova, del Ballet de San Petersburgo. -En la gira que hacen por el país, el repertorio varía permanentemente según el lugar donde se presentan, ¿qué dificultades representa eso? -Es un trabajo muy difícil que requiere demasiadas horas de ensayo y de estudio. Como es lógico, tratamos de volcar el máximo profesionalismo y por eso nos podemos permitir esos cambios. Además, nuestro trabajo no permite, como en otras disciplinas del arte, que en alguna forma algo se pueda improvisar sobre el escenario. El Ballet Concierto -y esto lo repito siempre que puedo-, es un grupo que en medio de esta crisis trabaja a full. Será porque la gente se vuelca hacia la cultura como un refugio para olvidar los problemas. Eso nos permite seguir creciendo y que nuestra gente evolucione y madure artísticamente. -Más allá de una potencial falta de público, ¿en qué afecta a la danza y a los bailarines una crisis como la actual? -Básicamente, cuesta mucho más trabajo organizar algo porque los números ya no son los de antes y todo vale mucho más. Los mismos productores por ahí sienten pánico de llevar un espectáculo de gran despliegue como el nuestro, que incluye de 12 bailarines en escena y que requiere además incorporar alguna escenografía. -Como ciudadano o como artista ¿ves alguna salida? -Sinceramente no me siento capacitado para ofrecer un discurso sobre esto, pero no tengo dudas que el país y la gente se merecen algo mejor. No quiero resignarme al hecho de que estamos mal y que vamos a morir así. Sí creo que es necesario que nuestra sociedad se muestre un poco más dura a la hora de castigar a los responsables de esta estructura que tiene hoy la Argentina. Seguramente hay que fundar una nueva república y creo que todos los países han tenido crisis, pero no veo por qué Argentina no puede llegar a salir. -¿Este tipo de problemas te afectan o te inspiran a la hora de ponerse a crear? -Contrariamente a lo que se puede creer en estos momentos, por ahí surgen cosas sumamente creativas porque el ingenio en estos casos se agudiza. Cuando uno percibe que todo lo que quiere encarar sufre recortes, tiene necesariamente que apelar a la creatividad para hacer algo valedero y que tenga peso como para poder mostrarlo en un escenario. En definitiva, creo que la situación no afecta a la creatividad en sí misma sino, como es lógico suponer, trae problemas a la hora de los números, cosa que por otra parte es un problema de los productores. -¿Qué actividades tenés previstas cuando vuelvas a Londres? -Lo habitual de mi trabajo en el Royal Ballet. Posiblemente algo que se pueda ver aquí es el video que recientemente grabé con Michael Bolton sobre el tango "El día que me quieras". Lo hice la semana pasada en Filadelfia, Estados Unidos, y que va integrar un compacto del pianista Rubén Diblasio. -¿El público asimiló definitivamente que un bailarín ejecute coreografías basadas en géneros populares como el pop? -Afortunadamente el público evolucionó. La gente sólo pide que le ofrezcan calidad y belleza sobre el escenario. Lo demás no importa.
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