Walter Gasparetti / La Capital
Cañada de Gómez. - Casi el ciento por ciento de los mil desocupados beneficiados con la entrega de los planes para jefes de hogar están realizando alguna tarea comunitaria. La inédita situación, que contrasta con el promedio nacional del 7 por ciento, fue posible como consecuencia de un trabajo de seguimiento y control realizado por reparticiones municipales. Las cifras -en rigor, se elevan al 97 por ciento- fueron suministradas por el intendente cañadense Amílcar Abate, quien precisó que casi todos los planes entregados a esta ciudad (999) están abocados a tareas que se entregaron 999 planes a esta ciudad casi todos están abocados a tareas que se desarrollan en el municipio y en diversas entidades privadas. Mantenimiento de edificios, limpieza de escuelas, huertas comunitarias, cocinas centralizadas, cuidado de espacios verdes y talleres de costura son algunas de las tareas que han iniciado los desocupados que comenzaron a percibir los 150 pesos previstos en el programa de empleo eventual. "Hay unos cien planes públicos y privados en marcha y casi todas las personas han aceptado. Previamente se hizo un trabajo de adjudicación de trabajos teniendo en cuenta las aptitudes y los conocimientos de los jefes y jefas de hogar", explicó el intendente. Abate remarcó incluso que los mismos beneficiarios pudieron elegir entre una amplia gama de posibilidades y agregó: "Esto es mérito de reparticiones públicas que trabajaron sin tener en cuenta si se iban a pagar horas extras. El dinero que desembolsa el Estado para estos planes está llegando de una u otra forma a los contribuyentes. En ese sentido, los cañadenses están dando un ejemplo". La vecinal Migoni, en el barrio sur, está desarrollando un proyecto denominado "Por mi barrio", donde se hacen trabajos de limpieza y mejoras en calles, en tanto que en el barrio La Fraternidad hay gente abocada a cuidar espacios verdes. Para dar una idea de la inserción y del pluralismo de los trabajos, el templo Evangélico El Shanddai tiene personas trabajando en una huerta y en el desarrollo de estudios bíblicos. En el municipio hay desocupados que ayudan al ordenamiento del tránsito. Pero la tarea más visible de los beneficiarios es la que concierne a la limpieza de calles y espacios públicos; los cambios ya son notorios. Otros jefes de hogar están afectados a tareas institucionales en el Hogar del Niño Santa Teresa de Jesús y en el hogar Goritzia Pichinini, en una guardería infantil, y en la Escuela Martín Miguel de Güemes, donde realizan labores de remodelación. En el club Newell's Old Boys trabajan en el cerramiento del polideportivo y la reconstrucción del predio, y en las bibliotecas populares Pizzurno y Rivadavia se unen a un servicio cultural. También se destinó gente al teatro Verdi para la limpieza de áreas de un monumento histórico.
| |