Año CXXXV
 Nº 49.562
Rosario,
martes  06 de
agosto de 2002
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Separan a siamesas guatemaltecas unidas por la cabeza
El médico argentino Jorge Lazareff dirige la intervención de las nenas de un año que tienen su cerebros divididos

Tras dos meses de preparativos, cirujanos del centro médico de la Universidad de California en Los Angeles (Ucla) iniciaron ayer una larga y delicada operación destinada a separar a dos siamesas guatemaltecas unidas por la cabeza. Antes de entrar en el quirófano, el neurocirujano argentino Jorge Lazareff, uno de los dos médicos que dirigen la intervención, se declaró esperanzado pese a la dificultad de la operación.
"Basándonos en resultados de nuestro diagnóstico y nuestras numerosas reuniones con todas las partes, nos sentimos convencidos de que nuestro equipo está preparado para proceder con la separación", dijo.
"Sin embargo, la cirugía en sí misma es sólo la primera fase para ayudar a las siamesas. Sentimos que el proceso no habrá terminado hasta que las dos gemelas salgan del hospital con la misma sonrisa feliz que tienen ahora", agregó el médico. En la operación, interviene un equipo médico de más de 50 personas.
Nacidas el 25 de julio de 2001 en una zona rural del sur de Guatemala, las pequeñas María Teresa y María Jesús Quiej Alvarez llegaron a Los Angeles el pasado 7 de junio acompañadas por su madre, Alba Leticia Alvarez -de 22 años- para someterse a una operación que no se podía hacer en su país.
Para que el milagro fuese posible, el equipo médico de la Ucla accedió a donar su tiempo y su trabajo, mientras la organización benéfica Healing The Children continúa recogiendo donaciones para pagar 1,5 millones de dólares en gastos médicos adicionales.
Unidas por el cráneo y con sus caritas mirando hacia lados opuestos, el caso de Chusita y Teresa es extremadamente raro, afirman los médicos. Según las estadísticas, sólo ocurre un caso de hermanos siameses cada 200.000 nacimientos, y sólo el 2 por ciento de estos están unidos por la cabeza.
Muchos de dichos siameses no pueden ser separados y los médicos tienen que optar por dejar morir a uno de ellos. Sin embargo éste no es el caso de las pequeñas guatemaltecas. Un examen de resonancia magnética realizado el pasado junio mostró que las hermanas Quiej Alvarez poseen cerebros separados bajo un cráneo común.
"Estas son excelentes noticias, porque los cirujanos probablemente no necesitarán cortar ninguna parte del tejido cerebral de las pequeñas para separarlas, lo que debería evitar que la operación afecte a sus funciones cerebrales", afirmó Pablo Villablanca, director de radiología de la Ucla.
Pero, otros análisis dieron a entrever posibles dificultades en la delicada intervención vascular. Chusita y Teresita poseen arterias normales que alimentan el cerebro pero una porción de las venas de una gemela regresa al cerebro de la otra. "Si no podemos conservar y redirigir dichas venas de forma normal ambas gemelas podrían sufrir una apoplejía", dijo por su parte Gary Duckwiler, profesor de radiología de la Ucla. (AFP)


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