| | Detectan un boquete y evitan una fuga de la comisaría 12ª
| ¿Qué hacen esas bolsas en el techo del penal?, se preguntó el jefe de la comisaría 12ª de barrio Ludueña ayer a la mañana. El cabo de cuarto fue a inspeccionar. Apenas meter la mano en la bolsa y sentir un montón de escombros de mampostería fue desbaratar el intento de fuga de algunos de los 32 presos que se hacinan en el mínimo presidio. Las bolsas estaban en el techo del penal, que iba siendo socavado por el paciente trabajo de los reclusos. Quienes, de terminar la obra, se deslizarían por un boquete a los fondos de la casa de un vecino para de allí ganar la calle, según narraron fuentes policiales. En la comisaría 12ª, de Pedro Lino Funes 255 bis, había en dos penales 42 detenidos que, según calificó un informante que los conoce, "viven como en un serpentario: unos arriba de otros por la falta de espacio".
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