Bogotá. - Colombia permanece en estado de máxima alerta ante los planes de las Farc para sabotear la posesión presidencial de Alvaro Uribe de mañana, mientras que 12.000 efectivos de la policía se alistaban para garantizar la seguridad del nuevo mandatario.
Las fuerzas armadas reforzaron desde el pasado fin de semana la vigilancia en las principales ciudades del país tras los recientes ataques dinamiteros en Bogotá y Medellín, que en las últimas 48 horas dejaron un muerto, un herido y cuantiosos daños materiales.
Los controles son especialmente estrictos en la capital colombiana, donde la policía, el ejército y el servicio secreto (DAS) patrullan por tierra y aire los principales puntos de la ciudad, al tiempo que llevan a cabo operativos de registro para impedir la realización de nuevos atentados.
Bombardean aeropuerto
La explosión de un artefacto en la periferia de Bogotá causó la muerte a un hombre, que se presume fue la misma persona que instaló una carga dinamitera en los despachos de Puente Aranda, indicó la policía. Pero más tarde se dio el peor atentado en varios días, cuando guerrilleros bombardearon con garrafas-bomba un aeropuerto del interior del país. Al menos seis militares y cinco civiles resultaron heridos, y la instalación destruida. Es la primera vez que se registra la destrucción completa de un aeropuerto en el conflicto colombiano. "Destruyó totalmente el aeropuerto", estimó el mayor Hernán Meza. La ciudad de Saravena está cerca de la frontera con Venezuela y cuenta con 45.000 habitantes. (Reuters)