Al fin llegó el día y el Centro Municipal de Distrito Sur abrió sus puertas. Ayer, a las 9.15, cayó el primer vecino para hacer un trámite en Catastro. Después llegaron muchos más, que aprovecharon el estreno para pagar impuestos, ingresar expedientes, obtener libres deudas o sacar un turno para renovar el carné. Tampoco faltaron los curiosos, que fueron a averiguar qué beneficios y servicios podrán obtener desde el Centro. Algunas oficinas, como la Empresa Provincial de la Energía, la Administración Provincial de Impuestos y el Registro Civil aún no se mudaron y abrirán el lunes próximo. Otras, como el área de cultura y el bar anunciado en el ingreso, esperan su futura habilitación. Así y todo, con lo que ya está en marcha, los vecinos del sur ya se sienten reivindicados y cifran expectativas en el impacto que el minimunicipio pueda ejercer sobre la zona.
La gente que se acercó al flamante edificio de Buenos Aires y Uriburu no se cansó de expresar alegría por la apertura del centro. Los argumentos: la "comodidad", el "ahorro de tiempo y dinero" que significa no tener que trasladarse hasta las dependencias tradicionales de la Municipalidad y el "reconocimiento de la importancia de zona sur".
"Adentro hay de todo. Y lo mejor, está cerca", dijo Julio (28), uno de los primeros vecinos del barrio en concurrir temprano por una multa de tránsito.
"Estar comunicados"
"Con toda seguridad es un progreso: para los contribuyentes de zona sur este proyecto es una reivindicación porque habíamos quedado rezagados y viene a llenar una necesidad que va a favorecer mucho al barrio", sostuvo a su turno Natalio (70), también esperanzado con que se pongan en marcha los proyectos culturales dentro del mismo centro. "Hay que acercarse, estar comunicados", agregó.
Por supuesto, por tratarse del primer día de trabajo en el distrito no se vieron multitudes, pero tampoco faltó público. Los luminosos espacios de circulación de cada área mostraron sus filas de asientos en buena parte vacíos, pero cuando la actividad ya esté a full vendrán bien para esperar el turno, que figurará con un número en pantallas por sector.
Sentada en una de esas áreas, a eso de las 10, Magdalena (74) leía una de las revistas Vasto Mundo apiladas sobre las mesas, a la espera de que la sucursal del Banco Municipal consiguiera cambio para cobrarle unos impuestos.
Unos metros más allá, Alejandra (28) averiguaba por el subsidio para Jefas de Hogar con su beba de apenas un mes. "Siempre dicen que hay que acercarse a la Municipalidad. Ahora con ella, que es tan chiquita, acá puedo hacerlo con mucha más comodidad", sostuvo. Después pasó revista a las ventajas que a su juicio implicará el centro: cercanía, confort, acceso a la información, impacto comercial y urbanístico sobre el barrio. "Es óptimo que la atención no esté tan centralizada, sobre todo por el ahorro de tiempo y dinero que significa", opinó.
El resto de la gente coincidió en que el distrito era "una deuda" con la zona. "Vengo nada más que para enterarme de los beneficios que vamos a tener y de todos los trámites que ahora podremos hacer acá, sin tener que ir a morir a la Aduana o a Corrientes e Ituzaingó", se despachó Lorenzo (73). Mientras lidiaban con los primeros trámites, sus vecinos de zona sur coincidieron en todo con él.