Año CXXXV
 Nº 49.560
Rosario,
domingo  04 de
agosto de 2002
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Si cae Saddam se perjudicarían los grandes productores de petróleo
Irak volvería a vender enormes volúmenes. Arabia Saudita, Kuwait y otros grandes de la Opep sufren

El Cairo. - Un éxito de la política estadounidense para provocar un cambio de régimen en Irak modificaría el mapa político y económico del Medio Oriente. Si Irak vuelve como un socio comercial pleno y productor de petróleo, esto golpearía a largo plazo una serie de intereses económicos regionales, al verter al mercado el crudo de la segunda mayor reserva del planeta, explicaron varios analistas.
Los que más tienen que perder son los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), en especial el gigante Arabia Saudita, cuyos ingresos por crudo representan del 90 al 95% de sus exportaciones y cerca de dos tercios de los ingresos del Estado.
* Petroleras de EEUU, las ganadoras. Las compañías petroleras estadounidenses, ansiosas por explotar las reservas de Irak, son las que tienen más que ganar. En una potencial revisión radical de los vínculos comerciales, ahora guiados por la política, las exportaciones egipcias y sirias a Irak podrían caer en picada.

Las compañías petroleras ya hacen planes de contingencia para manejar cualquier interrupción del suministro de petróleo si se concreta un ataque estadounidense contra Bagdad, pero algunos expertos miran mucho más allá. "Uno tiene que ser consciente de la posibilidad de que se levantarán las sanciones contra Irak y que regrese a su antiguo estatus de producción de petróleo", dijo Brad Bourland, economista jefe del Banco Saudita Americano.
Bagdad ha dicho que quiere alcanzar una capacidad de producción de petróleo de seis millones de barriles por día (bpd) cuando se levanten las sanciones impuestas por la ONU por su invasión a Kuwait en 1990.
El resultado sería una cantidad sustancial de petróleo iraquí que competiría por los clientes con los sauditas, los kuwaitíes y otros miembros de la Opep. Las exportaciones actuales de Irak son de 1,2 millón de bpd, un millón de bpd por debajo de su capacidad. "La opinión en Irak es que Arabia Saudita ocupó su parte en el mercado en 1990, cuando salió del mercado, y que Arabia Saudita debería devolver esa parte a Irak cuando este regrese", dijo Bourland.
u Las cuotas de la Opep. El líder de facto de la Opep, Arabia Saudita, que reemplazó los suministros iraquíes y kuwaitíes durante la primera crisis del Golfo, en 1990, ya está bajo presión para contener a los miembros de la Opep que buscan liberar la producción, frenada por una cuota acordada el año pasado con el fin de mantener los precios en torno a 25 dólares por barril.

A menos que la demanda mundial exceda lo previsto para los próximos años, un gran aumento en las exportaciones iraquíes tendría que ser contrarrestado por restricciones aún mayores en la Opep, o los precios caerían mucho. Pero que Arabia Saudita y otros miembros de la Opep dejen libre el camino para las exportaciones iraquíes está lejos de ser algo seguro, y existe el riesgo de que puedan pelearse por una parte en el mercado, con precios más bajos. La disminución en los precios afectaría los planes sauditas de impulsar su crecimiento para lidiar con el aumento de su población. La edad promedio del país de 22 millones de habitantes es de 16 años y el creciente desempleo se ha convertido en un tema clave. Recientemente hubo rumores de inestabilidad en el reino saudita y hay temor a una rebelión que voltee a la dinastía reinante.
* Desarrollo acelerado. El ex funcionario estadounidense Gary Sick, quien ahora está en la universidad de Columbia, en Nueva York, dijo que otra consecuencia a largo plazo del fin de las sanciones de la ONU sería la competencia de firmas petroleras internacionales para lograr acceso a las enormes reservas de crudo iraquíes. "Si las grandes compañías de petróleo entraran en Irak por la puerta ancha y comenzaran a desarrollar los campos de petróleo, digamos que en 10 años, podría emerger como el mayor rival del dominio saudita en los mercados de petróleo", dijo. Un gobierno pos Saddam Hussein no necesariamente cumpliría los compromisos hechos por él, que ha entregado contratos de exportación de petróleo y negociado proyectos de desarrollo de campos petroleros con compañías de países que han expresado posiciones favorables a Irak, como Rusia, Francia y China.

El acceso al territorio iraquí podría ser particularmente tentador para compañías estadounidenses que no pueden invertir en el vecino Irán.
Y por primera vez en 25 años, firmas internacionales de petróleo encuentran difíciles las conversaciones para obtener acceso a la extracción de gas en Arabia Saudita. Alkadiri advirtió que un gobierno pos Saddam no necesariamente le daría más facilidades a las compañías internacionales de petróleo para acceder a sus vastos recursos. "Pero al final el regreso de Irak al mercado significará que el ambiente de inversiones será radicalmente diferente para todos".
* Los tratos ilegales de Bagdad. También se producirían cambios en el ambiente económico si Irak logra volver a tejer una red de lazos comerciales -legales e ilegales- que han unido a Bagdad con sus vecinos y el resto del mundo durante casi 12 años de sanciones económicas.

Las últimas cifras de la ONU publicadas en el 2001 muestran que la mayor parte de los contratos de importación, desde el inicio del programa de petróleo por alimentos en 1997, han sido para Francia, Rusia y China, todos miembros del Consejo de Seguridad de la ONU con poder de veto.
Turquía, Jordania, los Emiratos Arabes Unidos y Egipto también han sido favorecidos, al igual que Siria, que de acuerdo con fuentes de la industria recibe ilegalmente cerca de 150.000 bpd a un precio muy bajo.
Si se levantan las sanciones, Irak podría decidir cortejar a otros aliados, y sus pautas de comercio cambiarían, con productos de baja calidad de Egipto y Siria desplazados por importaciones de compañías globales. (Reuters)



Junto a la tensión creció la venta de posters de Saddam.
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