Ante las dificultades para acordar con la Corte Suprema, los diputados justicialistas analizarán junto a funcionarios del Ministerio de Economía y del Banco Central la redacción una nueva ley que permita frenar el drenaje de depósitos a través de los recursos de amparo. La información fue confirmada por autoridades del bloque del PJ y es una consecuencia, por un lado, de los sucesivos fracasos del fracaso de los decretos del gobierno para detener el goteo y, por otro, de la imposibilidad de terminar en la Cámara baja con el juicio a la Corte Suprema. Desde hace dos meses, el oficialismo intenta sin éxito discutir las denuncias contra los jueces en el recinto con la intención de rechazar definitivamente el proceso y conseguir, a cambio, el respaldo del tribunal para el corralito. Sin embargo, la UCR retacea el quórum y el ARI se opone sin matices, porque saben que una vez abierta la sesión es prácticamente imposible conseguir el número necesario para aprobar el juicio. Así las cosas, los diputados justicialistas vieron fracasar una y otra vez su jugada. Ahora la interna divide la bancada del PJ y las chances de llevar los dictámenes al recinto se alejan cada vez más. De hecho en el PJ hay quienes comienzan a pensar que será un problema del próximo gobierno. Paralelamente, el Poder Ejecutivo fue incapaz de encontrar una herramienta que permita taponar el goteo y el último decreto, arrinconado por denuncias de inconstitucionalidad, amenaza con servir solamente para ganar tiempo. Para sortear el laberinto por arriba, los diputados del PJ comenzarán ahora a buscar ahora una salida legislativa al derrame bancario. Durante las últimas dos semanas hubo contactos con el Ministerio de Economía y representantes de ahorristas. Pero el martes las ideas pueden comenzar a tomar forma cuando los legisladores de las comisiones de Finanzas y Presupuesto y Hacienda se encuentren, a puertas cerradas, con el presidente del Banco Central, Aldo Pignanelli. La semana pasada, el jefe del Central repitió en el Senado que era posible abrir el corralito, aunque evitó referirse al corralón, es decir, los depósitos originalmente en dólares y que conforman la parte más importante de los fondos acorralados. El desafío para los diputados es encontrar un sistema más efectivo que la denominada ley tapón, que buscó sin éxito restringir la salida de depósitos.
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