Año CXXXV
 Nº 49.560
Rosario,
domingo  04 de
agosto de 2002
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El constructor de la Playa Juramento fue declarado inocente
Pergomet: "Quiero que Binner venga a pedirme disculpas"
Levantó el parking pegado al Correo, la Municipalidad lo acusó de pagar coimas y lo llevó a Tribunales

Jorge Salum / La Capital

La voz suena serena, sin rencores, pero está claro que es la voz de un hombre herido. "Por más que ahora fui declarado inocente, durante tres años me trataron como a un delincuente", dice. La Justicia lo absolvió unos días atrás, pero el empresario y constructor Antonio Pergomet todavía espera un gesto del hombre que lo llevó a los tribunales. "Quiero que Hermes Binner me pida disculpas, aunque no creo que lo haga porque es muy soberbio", expresa.
La historia comenzó unos años atrás en el sitio pegado al Correo (Córdoba al 700) donde Pergomet construyó una playa de estacionamiento que aún no pudo habilitar. La Municipalidad lo acusó de pagar coimas para obtener el permiso de construcción, una imputación que nunca terminó de cerrar ya que la ordenanza que prohíbe en ese lugar los parkings entró en vigencia cuando este ya estaba terminado.
¿Qué hubo detrás de esa actitud del intendente? Pergomet sugiere que lo sabe pero "por ahora" no quiere revelarlo, y se excusa en una explicación atendible: "No tengo pruebas".
Lo cierto es que el suceso -denominado por aquellos días "Playa Juramento" o "affaire Palumbo"- provocó la renuncia del entonces secretario de Planeamiento, Rubén Palumbo, y la exoneración de inspectores municipales también en juicio con la comuna.
Pergomet confiesa no saber qué hacer en el futuro con la playa.
-¿Se siente reivindicado ahora que lo absolvieron?
-A medias, porque nunca podrán compensarme el daño que me hicieron.
-¿Quiénes?
-Binner, que me denunció sin pruebas, y el juez (Luis María Caterina) que me procesó. El juez tenía elementos para ver que no había hecho nada ilegal, y sin embargo me dictó la prisión preventiva, me embargó y me envió a juicio. Primero me dijo que estuviera tranquilo y después me trató como a un delincuente. Tuve que esperar dos años para que me absolvieran.
-¿Alguna vez había tenido problemas con la Justicia?
-Nunca. Manejé 500 obreros y jamás me hicieron un juicio. Siempre respeté mis contratos y cumplí con todas las leyes. Ejercí durante 35 años la profesión y nunca tuve un problema legal. Todo en mi vida fue transparente.
-¿Cómo explica que pasara todo esto?
-No sé, ni siquiera entiendo por qué me denunciaron. Hice todo bien y lo tengo documentado.
-Binner dijo que tenía indicios sobre el pago de una coima de 25 mil dólares. ¿Si lo inventó, por qué lo hizo?
-Intuyo las razones pero no puedo decirlas públicamente. No tengo pruebas y no voy a ensuciar a nadie sin ellas.
-¿Tenía una relación previa con él?
-Claro que sí, como con los intendentes de la últimas décadas. Eso sí: jamás pedí un beneficio o un privilegio, siempre me ajusté a todas las normas municipales.
-El intendente dijo que usted lo engañó, que prometió construir un hotel de lujo y después hizo un estacionamiento.
-No es cierto. Una vez lo comenté como una idea, nada más. Compré ese terreno hace más de 20 años con la idea de hacer allí algo trascendente y esa era una posibilidad.
-¿Pero quería o no hacer un hotel?
-Lo pensé y hasta hablé con la Sheraton Corporation, pero ellos dijeron que en la Argentina se acercaban tiempos difíciles, que no era el momento. Nunca hubo un proyecto concreto y Binner lo sabe. Además, cuando hablamos sobre hacer un hotel o un edificio de departamentos, la playa ya estaba terminada. Por eso es falso que lo haya engañado.
-¿Cuándo decidió hacer la playa?
-El 27 de agosto de 1997 pedí permiso a la Municipalidad para demoler la fachada, que era lo único que quedaba de la antigua casa Tiscornia, y también para hacer la playa. Al tiempo, una parte de esa pared se vino abajo y sólo por milagro no hirió o mató a nadie. Me preocupaba eso más que hacer una playa y se lo expliqué al intendente, porque la Secretaría de Planeamiento no respondía a mis reiterados pedidos de autorización.
-En aquel momento aún no estaba prohibido construir estacionamientos en ese sitio.
-No, hubiera sido infantil que yo lo pasara por alto. Hice todos los trámites legales en la Secretaría de Planeamiento y jamás me dijeron que no la podía hacer. Me autorizaron todo, y con absoluta transparencia. La ordenanza la sacaron después y entró en vigencia cuando ya me habían dado el permiso de edificación. En ese momento sólo me faltaba la habilitación, que todavía no la tengo. Además, hicieron la ordenanza exclusivamente para frenar mi playa, ya que en ese sector no hay ninguna posibilidad de hacer otra. El único interés de la ordenanza era perjudicarme.
-¿Qué va a pasar ahora con la playa?
-No sé, tengo en marcha un juicio para que la habiliten y lo voy a ganar porque en ese momento no había ninguna ordenanza que me impidiera hacerla.
-¿Si gana el juicio, la abrirá?
-Tengo que pensarlo.
-¿Perdió mucho dinero?
-Sí, pero eso no me interesa. Supongo que habrá un resarcimiento, aunque el daño moral que me hicieron es irreparable. En ese aspecto me destruyeron, a mí y a mi familia.
-¿Querellará a Binner?
-No sé si puedo. La verdad es que dijo barbaridades, al igual que Antonio Bonfatti. En su momento le pedí públicamente, a través de una solicitada en La Capital, que se disculpara. Por supuesto no lo hizo y no creo que lo haga porque es un hombre muy soberbio.



"El daño moral que me hicieron es irreparable".
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