Año CXXXV
 Nº 49.560
Rosario,
domingo  04 de
agosto de 2002
Min 8º
Máx 14º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Entrevista. El sacerdote quilmeño se reconcilia con la política
Luis Farinello: "Los aparatos me hicieron un fraude electoral"
Admitió su impotencia para doblegar a la maquinaria política del PJ y el radicalismo bonaerenses

Walter Palena / La Capital

Su bautismo electoral lo dejó postrado y sumido en una depresión de la que ahora parece despegar. El cura Luis Farinello, creador del Polo Social, volvió a reconciliarse con la política luego de la frustración que le produjo caer derrotado en octubre pasado por Eduardo Duhalde y Raúl Alfonsín cuando buscaba un lugar en el Senado. "No pude con los aparatos políticos y, además, me hicieron fraude, de eso no tengo dudas. Pero también hemos aprendido de nuestros errores", confiesa ante La Capital el sacerdote quilmeño desde la oficina de su fundación.
Farinello dice que si bien mantiene contactos con varios dirigentes (Kirchner, Rodríguez Saá, Solá y Posse), por el momento no lo convence nadie para encarnar un frente nacional y popular. "Todos quieren ser líderes, nadie resigna nada. Una de las cosas que aprendí en política es que la humildad es la virtud que más escasea", advierte, y reconoce que no tiene diálogo con Elisa Carrió, a quien considera una mujer valiente y hasta le gusta que muestre signos de fundamentalismo religioso.
-¿Se reconcilió con la política?
-Estuve deprimido unos 20 días. Algunos medios dijeron que estuve seis meses con el bajón, pero exageraron un poco. Estuve herido, lastimado por lo que pasó, pero ahora estamos trabajando para que el Polo se integre a un frente nacional y popular.
-¿Sintió que lo traicionaron y que usaron su nombre?
-Siempre hay compañeros así, pero ya separamos a varios. Yo soy exigente con la gente que está en el Polo; quiero que sean transparentes y que tengan una mística especial. Muchos no la tuvieron. Pero también tengo a mi lado compañeros maravillosos. Sin embargo, los que son los mejores no quieren entran en el internismo y renuncian a sus puestos.
-¿Por qué cree que las personas bien intencionadas rechazan participar en política?
-Porque estar en política es sinónimo de ser sospechoso. Los dirigentes han mentido y traicionado tanto que ahora hay una actitud del "no te metás". Algunos amigos me decían eso, que iba a terminar manchado.
-¿Siente que terminó manchado?
-A veces mi nombre va y viene, son los riesgos de asumir un compromiso público. Pero para mí todavía sigue siendo un desafío hermoso.
-Le atribuyen conversaciones con Kirchner, Rodríguez Saá, Posse, Solá...
-En las charlas que tengo con distintos dirigentes, siempre les hablo de la necesidad de crear un proyecto de patria, que haya unidad y un consenso masticado y creíble, y que no importa quién conduzca ese proyecto. El liderazgo son las ideas, no los nombres. Pero esto, a veces, no es así: todos quieren ser los líderes. Una de las cosas que aprendí en política es que la humildad es la virtud que más escasea.
-¿Eso lo advierte con todos los políticos con quienes dialoga?
-No tenga dudas. Todos se espantan por el internismo que existe en el PJ, pero en la oposición pasan cosas parecidas: nadie resigna nada y todos se sienten el elegido.
-¿Con quién se siente más a gusto?
-Por ahora nadie me convence. Hablamos con Rodríguez Saá, Kirchner, con Izquierda Unida, con la segunda línea del ARI. Estas elecciones son un reciclaje de lo mismo, los candidatos vienen del pasado y no se dan cuenta de ese clamor de la gente que pide que se vayan todos
-¿No se dan cuenta o se resisten?
-Las dos cosas. Lo de Menem es paradigmático: que vuelva a ser figura de la política nacional es una vergüenza. Si gana otra vez, nunca más me comprometo con nada, porque sería tener un pueblo incapaz de poder discernir las cosas más elementales. Espero que la gente tenga memoria del desastre que causó su gobierno.
-¿Por qué, entonces, hay encuestas que le dan bien?
-Son encuestas dirigidas. Pero aun si el 5% de los argentinos dice que va a votar por Menem, eso, por sí solo, ya es un dato alarmante.
-¿Qué opinión tiene de Carrió?
-Hace tiempo que no hablo con ella. Me parece una mujer valiente, con mucho carisma. Incluso, a veces me gusta que haya un cierto fundamentalismo religioso en un mundo que no sabe dónde está parado.
-¿Es cierto que está enojado con lo que sucedió en Rosario con el Polo?
-¡Pasaron tantas cosas en el Polo! Se hicieron listas confusas; fue todo muy rápido. Yo no tenía experiencia suficiente, he sufrido mucho, y eso me hizo crecer.
-¿Está convencido de que le hicieron fraude en la provincia de Buenos Aires?
-No tenga la menor duda. No pude hacer nada con los aparatos de los partidos tradicionales. A mí me sacaron muchos votos. En las mesas donde teníamos fiscales nos fue bien, pero en las que no teníamos control no sacamos votos. Eso fue sospechoso.



Farinello buscará ahora reavivar al Polo Social.
Ampliar Foto
Diario La Capital todos los derechos reservados