cartas

Los hijos del corazón

Siempre fuimos un matrimonio muy unido que se formó sobre firmes pilares de amor, confianza y respeto. Pero a pesar de esto en nuestros corazones había un espacio vacío que no podíamos llenar, ese espacio que ocupa un hijo. Después de una larga espera llegó el sol a nuestras vidas, llegó nuestro bebé, nuestro hijo del corazón. Aún recordamos el día en que lo tuvimos en nuestros brazos por primera vez mientras un diálogo de miradas húmedas de emoción ponía fin a esa larga espera. Hoy tenemos la suerte de poder festejar su cumpleaños y su bautismo junto a todos los que en ese momento compartieron junto a nosotros el comienzo de esta etapa maravillosa. A todas las parejas que esperan como lo hicimos nosotros queremos decirles que no bajen los brazos, que aunque les parezca algo inalcanzable, el día llega y recuerden que si esto no pasa pronto es porque su hijo, el que Dios eligió para ustedes, quizás aún no ha nacido. Futuros padres adoptivos tengan fuerza, paciencia y sigan adelante que la espera por más dura que sea vale la pena pasarla, porque la recompensa es realmente hermosa.
Miriam y Hugo
DNI 17.825.850