El fútbol no sólo divierte como deporte en sí, también sirve para que los hinchas muestren su costado solidario. Esa cara que siempre dice presente cuando las obras de bien lo requieren. Y el partido amistoso que tenían programado charrúas y tirolenses sirvió para demostrarlo. La obra del padre Joaquín Montaldo fue la beneficiada en esta ocasión y la buena concurrencia de público que se dio cita en el Gabino Sosa dejó más de 2.000 bultos con alimentos perecederos, que era el costo de la entrada. Cada hincha del fútbol, en este caso de Central Córdoba y Tiro Federal, pero también todos aquellos que se prenden en este tipo de encuentros, llegó al estadio con su bolsita en mano para colaborar. Y eso se notó en las mesas ubicadas en la entrada de la cancha, que lucieron repletas. La idea surgió de la charla entre los dirigentes Carlos Dávola (de Tiro Federal) y Santiago Pezza (presidente charrúa) cuando definieron el amistoso y el encargado del fútbol tirolense propuso colaborar con la obra del padre Montaldo, que en la zona de barrio Ludueña se encarga de darles de comer a chicos y grandes. Además, en este amistoso se puso en juego una copa donada por la Municipalidad en conmemoración a los 150 años de la declaración de Rosario como ciudad. Y que ganó Central Córdoba.
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