El cazador oculto: La vida por ver buena televisión

Ricardo Luque / La Capital

¿A quién le interesan los ratings? Al público seguro que no. Al público lo único que le interesa es ver buena televisión, algo que hoy en la Argentina no es frecuente. Al público lo entusiasman las telenovelas que cuentan buenas historias, los noticieros que informan, los ciclos de entretenimiento que apuestan al ingenio, los dibujos animados que hipnotizan a los niños, los periodísticos que investigan, los ciclos de cine que pasan películas de calidad. También, hay que admitirlo, al público le gustan adefesios indefendibles como los pseudoperiodísticos que conducen Chiche Gelblung y Mauro Viale, los programas de chismes de Jorge Rial, Susana Rocassalvo y Lucho Avilés y los reality shows, siempre y cuando no sean protagonizados por actores, porque, quién no lo sabe, los actores quieren actuar y si hay algo que va en contra de la naturaleza de los reality shows es la actuación, en cualquiera de sus formas. En suma, al público, el único y supremo soberano de la pantalla, lo único que le gusta es ver televisión. Quién ve tal o cual programa, que en definitiva es lo que dice el rating, al público le interesa bien poco. Quizás haya algunos que enterados del éxito de un programa se sumen a su audiencia por curiosidad, pero no hay dudas de que si el programa no les gusta, por más que lo vean Dios y María Santísima, no van a seguir viéndolo. Por eso, la difusión mediática de los ratings tiene un interés que poco y nada tiene que ver con el interés del público. Quien tiene mejores o peores mediciones de audiencia es una preocupación de gerentes comerciales, asesores de marketing, agencias de publicidad y anunciantes, pero nunca de artistas, periodistas y público. Cuesta entender entonces por qué el asunto se ha convertido en una cuestión de Estado que merece, en la parodia que "El show de Videomatch" hace de la televisión en el "Gran cuñado VIP", un tratamiento especial. Entonces, ¿a quién le interesa si "Son amores" le gana a Marcelo Tinelli? Al público no, al público lo que le interesa es si Lola se queda con Sánchez o quién será la próxima víctima de la cámara oculta de José María. Y nada más.