Arequito.- Malestar, intranquilidad e incertidumbre. Esas son las sensaciones que sintetizan el estado de ánimo de la comunidad de Arequito que aún no puede salir del espanto que le causó el crimen de una joven de 27 años cuyo cuerpo fue encontrado hace unas semanas en una casa abandonada de un campo ubicado a unos tres kilómetros de esta localidad. Un grupo de vecinos ayer volvió a movilizarse para pedir por el esclarecimiento de un caso que parece por lo menos controvertido y enigmático.
La población sigue reclamando "una investigación seria" y descarta la posibilidad de que el homicidio haya tenido un origen pasional como sostuvo la policía en su hipótesis inicial.
La causa tiene como único imputado a Víctor Bleb, quien confesó haber asesinado a Stella Maris Godoy de un golpe en la cabeza provocado por un bloque de cemento. Sin embargo para los arequitenses habría más implicados en el crimen, aunque hasta el momento no hay testigos que hayan aportado pruebas.
Mientras tanto la jueza penal de Casilda, Silvia Nogueras, espera el resultado de una serie de pericias que serán clave para determinar el horario de la muerte y otros aspectos relacionados con las circunstancias del crimen. Fuentes tribunalicias aseguraron a La Capital que "hasta el momento no hay indicios que hagan pensar en otros involucrados en el asesinato".
La falta de nuevos elementos complica el avance de la investigación. "Si alguien vio o sabe algo que se presente en la Justicia para colaborar con el esclarecimiento del crimen", dijo una de las amigas de la víctima, Verónica Avarucci.
Por su parte el tío del novio de la joven, Gerardo Manoni, consideró que sin el aporte de testigos "la Justicia podría atenuar la pena porque tendrá únicamente la versión del asesino".
En medio de un clima de recogimiento cerca de un centenar de personas marcharon por tercera vez por las calles del pueblo para exigir Justicia. Los manifestantes partieron desde Plaza San Martín y caminaron unos ocho cuadras en silencio portando una bandera que decía: "Si nos mantenemos juntos, teniendo fe, luchando, conformando un grupo humano, lograremos Justicia".
La movilización congregó menos gente que la esperada, aunque la escasa convocatoria parece tener una explicación: algunos vecinos no participan por temor y otros porque prefieren no involucrarse, coincidieron en señalar varios de los manifestantes.
"Cada vez somos menos, pero hay que seguir adelante. Mataron a una chica y a los quince días (los hermanos del asesino) le rompieron la cabeza a un muchacho. Qué estamos esperando, ¿que haya otra muerte?", reflexionó Griselda Re, una de las vecinas que participó de la marcha. Los manifestantes resolvieron hacer las marchas los primeros sábado de cada mes para sumar más gente.
"El pueblo está asustado y, por eso, mucha gente no viene a las marchas", dijo categóricamente otro vecino tras recordar que el fin de semana pasado los hermanos del asesino le pegaron en la vía a dos muchachos.
Versiones callejeras
Las versiones de los vecinos sobre las causas del homicidio son casi unánimes: Bled la mató con la ayuda de otras personas por bronca y celos, dicen. Es que Bled y Godoy eran compañeros de trabajo en un frigorífico local y, según comentan, mantenían una pésima relación laboral. Las amigas de la víctima incluso aseguran que Godoy solía enviar cartas a sus familiares de la localidad entrerriana de Victoria para contarle, entre otras cosas, que Bled la hostigaba. Esas misivas serían presentadas en el juzgado casildense en las próximas horas por los abogados de la familia.
Godoy vivía en pareja con Bruno Zoela, quien denunció la desaparición de su novia el día antes de ser hallada sin vida. Zoela prestó declaración en el juzgado el pasado jueves por más de dos horas, aunque no trascendieron detalles.
La Ciudad
