La Aduana está investigando a empresas exportadoras, entre ellas grandes cerealeras, frigoríficos y petroleras, por "estafas millonarias" a través de maniobras de subfacturación. Así lo informó el titular de la Aduana, Mario Das Neves, durante una conferencia de prensa en la Casa de Gobierno.
Das Neves proporcionó datos sobre las pesquisas al jefe de gabinete, Alfredo Atanasof, y dijo que se realizará una revisación de la documentación que obra en su poder para cursar las correspondientes denuncias ante la Justicia.
El funcionario dijo que no podía cuantificar con precisión el monto involucrado en las maniobras de evasión pero aseguró que se trata de una suma millonaria. Tampoco dio los nombres de las firmas involucradas, aunque dijo que están vinculadas a los sectores de "combustibles, cereales y frutas", entre otras.
El jefe de la Aduana indicó que ese tipo de ilícitos se incrementó considerablemente con la devaluación, que hizo mucho más rentables los negocios de ventas al exterior.
Das Neves admitió que "investigar esto no es tarea fácil, teniendo en cuenta que detrás de un gran evasor hay un gran estudio jurídico y un gran estudio contable, por lo que las denuncias tienen que ser presentadas con documentación contundente".
Señaló que desde marzo pasado funciona una denominada "matriz de riesgo de exportación" que permite analizar el universo de las exportaciones, los volúmenes operables y las actividades económicas que se desarrollan que permiten detectar falta de coincidencias con los ingresos al fisco por esas ventas.
Das Neves consideró que estas maniobras son una "inmoralidad" si se tiene en cuenta que el producto de las retenciones a las exportaciones está siendo destinado a subvencionar el plan para jefes y jefas de hogar desocupados.
Las investigaciones que se realizan desde los organismos públicos se complementan con análisis realizados por el sector privado.
Es el caso del estudio elaborado recientemente por el Instituto de Estudios Fiscales y Económicos (Iefe) en base a las declaraciones que hacen los exportadores a la Aduana, que indica que los índices de precios de exportación han caído y lo han hecho en niveles mucho más importantes que los que corresponden a la baja internacional de precios.
Del informe se desprende que los exportadores están bajando los precios de sus mercaderías porque sacrifican una parte de su ampliada ganancia en dólares tras la devaluación o porque hay subfacturación de exportaciones para eludir las retenciones y para mantener una parte de los dólares al margen de la obligatoriedad de la liquidación de divisas.
La diferencia -explica- se ve fundamentalmente en las Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA), cuyos precios han subido a nivel internacional. Es el caso de los aceites de girasol y de soja que han aumentado sus precios un 22 y un 45% respectivamente.
Pero este desfasaje también se refleja en el rubro combustible, ya que surge de la declaración de los exportadores una baja de 30% en el precio, que se contrapone con la caída del 17% que acusan los importadores.
Para los rubros que no son commodities, la comparación es más dificultosa porque no se cuenta con una cotización internacional que sea confiable, dice el informe del instituto con sede en La Plata.
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La Ciudad
