Rosana Sirur / La Capital
Villa Cañás. - Una humilde madre de varios hijos, Gladys de Cardozo, devolvió una suma cercana a los 900 dólares que recibió sin querer, dentro de un obsequio realizado por la familia en la que trabaja como doméstica. "Me gusta andar con la frente alta porque la plata va y viene, pero prefiero que mis hijos vean buenos ejemplos", dijo la mujer, tal vez a sabiendas de que gestos como el suyo no abundan en estos tiempos. Desde hace doce años, Gladys trabaja en una conocida familia de Villa Cañás. Un día le preguntó a su patrona si le podía regalar un sombrero que vio por ahí, a lo cual la señora accedió. Ese sombrero, junto con otro, eran los únicos recuerdos que habían quedado del consuegro de la dueña de casa, fallecido hace un tiempo. El resto de las pertenencias del hombre habían sido donadas por su familia cuando desocuparon el departamento que ocupaba en Rosario. Cuando Gladys llegó a su casa con el regalo, una de sus hijas, de 7 años, le pidió la caja para jugar. "Para que no la rompiera y pudiera seguir guardando el sombrero le saqué la parte de adentro, una especie de doble fondo, pero encontré una bolsita con plata", relató. Al darse cuenta, no dudó un instante en devolver el dinero a sus dueños. La mujer no quiso confirmar la suma de dinero que Ricardo Cordón, el familiar en cuestión, venía ahorrando desde hacía años. Sin embargo, trascendió que rondaría los mil dólares. "Fue una sorpresa tanto para mí como para mis patrones, porque ellos no sabían de la existencia de ese dinero", señaló la mujer. Resaltando el gesto de su empleada, el yerno de Cordón -no quiso dar su nombre- indicó que, antes de este hecho, ya tenían un muy buen concepto de Gladys. "Ella dio un ejemplo de moral y cultura, en especial para su familia. Por eso fue gratificada, pero no hay premio material que alcance para un gesto como ese, sino que se hace con los sentimientos. Nunca vamos a olvidar la actitud que tuvo, su honestidad", dijo. "Don Ricardo omitió decirnos dónde guardaba sus ahorros de más de quince años", agregó el hombre, y aseguró que "hallar ese dinero fue muy emocionante para su hija, porque es producto del sacrificio de años de su padre". Gladys le encontró una explicación muy simple a su proceder: "Me gusta andar con la frente alta. Primero la honradez, porque la plata, como viene, se va. Pero quiero que mis hijos vean buenos ejemplos".
| |