La cifra de desocupación del 21,5 por ciento difundida el jueves pasado por el Indec conlleva en su interior un proceso más difícil de cuantificar, como es el deterioro de las condiciones de aquellos que aún tienen trabajo, la reducción salarial y el crecimiento de formas marginales de empleo.
Para empezar a desentrañar este fenómeno, el Indec informó que el 25 por ciento de los "ocupados" ganan hasta 200 pesos mensuales, un valor menor al que se requiere para acceder a la canasta básica de alimentos.
Se sabe, a partir de los datos oficiales, que entre mayo del 2001 e igual mes de este año se perdieron 750.000 puestos de trabajo y que si el registro no resultó mayor fue porque muchas personas dejaron de buscar trabajo y no ingresaron en la categoría de desempleados demandantes.
En ese período, también cayeron un 8 por ciento los salarios en términos nominales, merced a rebajas salariales acordadas en las empresas, y la baja operada por la contratación de nueva mano de obra más precarizada a menores precios.
Pero más allá de la baja nominal, la pérdida del poder adquisitivo fue mayor, en torno al 20 por ciento hasta mayo, merced a la suba de los precios que disparó la devaluación.
Además, y por primera vez en las mediciones, el Indec incorporó en la categoría de ocupados a los cartoneros y vendedores ambulantes, a quienes participan en los clubes del trueque e incluso a 180 mil beneficiarios de los planes de empleo.
Para la mayoría de los analistas, son las caras de la economía de emergencia, en lugar de la emergente como se señalaba a comienzos de los 90. Es lo que quedó luego de 10 años de destrucción del empleo formal, su precarización, la falta de redes sociales para contener tanta expulsión de mano de obra, a lo que se le suman cuatro años de caída del Producto Bruto Interno.
Sobre un total de 7.695.000 ocupados, unos 200.000 son beneficiarios de los planes trabajar o se ganan la vida juntando cartón por las calles.
Por dar algún ejemplo, el 7 por ciento de los ocupados en Tierra del Fuego son beneficiarios de planes de empleo, en Tucumán el 5 por ciento son cartoneros, y en Mendoza el 5 por ciento de los que tienen trabajo son participantes del club del trueque. El titular del Indec, Juan Carlos Del Bello, advirtió que esta medición se realizó en mayo, cuando todavía no estaba a pleno el plan Jefas y Jefes de hogares, que beneficia a unas 1.200.000 personas
A nivel nacional queda por destacar que casi uno de cada tres argentinos -el 27,2 por ciento- trabaja sin realizar ningún tipo de aporte jubilatorio, lo que generará un gran problema para los próximos años.