Los que viven de una renta no encuentran lugar seguro. Cuando a mediados de los sesenta y principios de los setenta la cultura del ladrillo provocó un boom inmobiliario en la ciudad, el negocio de las propiedades floreció, pero convertibilidad y devaluación mediante, la situación cambió sustancialmente. Un alquiler de una unidad común -un dormitorio- que en 2001 se cobraba unos 220 pesos no pasa hoy de los 180 y cuesta alquilarlo. Además, se redujeron las ganacias de las inmobiliarias y las exigencias de garantías. Un escenario inhóspito para el sector.
Históricamente el cálculo de quien invierte en popiedades es lograr una rentabilidad mensual de alrededor del 1,2% del valor de la unidad, pero esta ecuación se revirtió y hoy no pasa del 0,5%.
"Hoy los propietarios no tienen tanta exigencia y si bien nosotros no tenemos clientes que entreguen el departamento por los gastos, las pretensiones bajaron muchísimo", explicó el gerente de una inmobiliaria líder de Rosario.
Con la devaluación sobrevino la incertidumbre en los contratos. Los nuevos precios a pactar entre inquilinos y propietarios y las posibilidades de indexar los alquileres fueron las dudas más usuales que surgieron, pero con el paso de los meses y la quietud del mercado, esas inquietudes quedaron rezagadas.
"El famoso Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER) no se aplica en las locaciones residenciales, por otro lado, se da una situación muy particular: la demanda es de departamentos de un ambiente, pero cuando se consiguen cuesta alquilarlos.
En algunos contratos se vuelve a la vieja fórmula de la década del 80, cuando a partir de la indexación se abría la posibilidad de que la balanza beneficiaba a veces al locador y otras al locatario e implicaba una negociación permanente, la diferencia es que ahora la claúsula se maneja "según las leyes que rijan al momento", dijo un agente de Pueblo Esther.
La crisis achicó los requisitos
Pero no sólo se modificó la relación en números, también se afecto la seguridad de cobro. "Desde siempre se pidieron dos garantías propietarias pra arrendar una propiedad, ahora, la escasa demanda hace que se alquile con una sola garantía y sin importar si es de Rosario o de otro lugar" explicó otro agente inmobiliario.
El perfil del rentista habitual es un matrimonio de mediana edad de clase media que, en promedio, no posee más de 2 propiedades. Un departamento vacío representa alrededor de 70 pesos al mes.
Las dos cámaras empresariales del rubro coinciden en que hay cierta flexibilidad en los alquileres, pero para los titulares es más segura la renta en "ladrillos".
"La rentabilidad de una propiedad debe calcularse en mediano plazo y, pese a los vaivenes del mercado, está comprobado que es más seguro que una renta bancaria", explicó Luis Fornasier, de la Corporación de Empresas Inmobiliarias.
Algunas inmobiliarias hacen promociones en los meses que tienen renovación de contratos o cuando necesitan mover las unidades, en estos casos se llega a acuerdos con los propietarios y suele bonificarse un mes de alquiler.
Por su parte, el titular de la Cámara de Empresas Innmobiliarias, Alberto Bertolio, sostuvo que "el mercado se está acomodando, hay sectores favorecidos como los ligados a la exportación que compran inmuebles o los alquilan para generar emprendimientos".
Contrariamente a los lamentos de quienes vendieron o compraron a precio dólar su propiedad, quienes alquilan sólo tienen una certeza, tanto el dueño como el inquilino recibirán pesos. Eso hace que la relación se flexibilice.
El Instituto Provincial de Estadísticas (Ipec) elabora el índice de Precios Ponderados en el cual hace un seguimiento mes a mes de alquileres de un departamento tipo de un dormitorio. El mismo indica que de julio de 2000 a junio de 2002 el precio de locación de residenciales se sostuvo en un promedio de 205 pesos.
En tanto, el CER sólo quedará para los locaciones comerciales a partir de octubre, pero "en la práctica habrá que negociar" sostienen los agentes.
Otra instancia a negociar es la renovación de contratos. "En los nuevos llega a bajarse hasta un 15% del valor, mientras que en las renovaciuones se llega a pactar un 10 %, hoy todo se renegocia", manifiestan desde el sector.
La palabra deflación es parte del diccionario de los empresarios. "El dólar se fue a las nubes y los alquileres están más baratos en pesos. Pero los costos de comisión no suben y el inquilino que paga dentro del mes es una rareza, realmente no son tiempos felices", se lamentó un agente.