Mientras hay versiones que indican la posibilidad de un canje compulsivo de depósitos y la eliminación del Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), otros trascendidos hablan de que se podría abrir el corralito y adelantar la devolución de plazos fijos de menos de diez mil dólares.
En ese interín el ministro de Economía, Roberto Lavagna, dijo que es imposible abrir el corralito, que no se adoptará el canje compulsivo de plazos fijos y que los Boden se utilizarán para alentar inversiones como compra de bienes de capital, construcción o cancelación de deudas bancarias.
En este contexto, quien tenga algo de claridad sobre el futuro será un iluminado. Las propuestas son todas muy disímiles y contradictorias entre sí, pero conducen a un denominador común: la incertidumbre.
Por otro lado, el Banco Central República Argentina (BCRA) incorporó una serie de productos financieros al mercado que fueron un gran y estrepitoso fracaso.
En primer lugar se pretendió colocar un bono a tres años de plazo entre los tenedores de dinero acorralado, el título se llama Boden 2005 y sólo fue aceptado por inversores que estaban en bancos suspendidos o intervenidos por el BCRA.
En segundo lugar, sacaron al mercado letras en pesos actualizables por CER a 90 días, un producto muy malo, ya que la inflación pasada es muy baja y el dólar está en un piso. La licitación se realizó el martes pasado y se tuvo que declarar desierta.
En tercer lugar, se realizó el canje de plazos fijos por bonos, sólo el 23% de los tenedores de esos depósitos aceptaron el canje y quedó el 77% restante en la reprogramación. Un verdadero fracaso.
En este contexto, si los técnicos del BCRA no logran estructurar una propuesta financiera creíble para a los ahorristas ¿cómo harán para contener al dólar que es el producto más demandado?
En este contexto, si los técnicos del BCRA no logran estructurar una propuesta financiera creíble para a los ahorristas ¿cómo harán para contener al dólar que es el producto más demandado?
Presión exagerada
Por otra parte, el gobierno está presionando en forma exagerada al mercado, absorbiendo en forma constante una gran cantidad de pesos, lo que a llevado a que el BCRA convalide niveles de tasa de interés muy elevados. En la última licitación del jueves, el BCRA pagó una tasa del 119% anual por una colocación de letras de 247 millones de pesos a 14 días de plazo. Este nivel de tasa es el equivalente al 10% mensual, con esta tasa no hay inversión posible, y por ende, sistema económico que aguante.
Además, la tasa que se paga por las letras es la que se le cobra a los bancos que solicitan redescuentos. En el sistema hay redescuentos otorgados por 20.000 millones de pesos, por ende el conjunto de bancos que recibieron esos fondos, deberán devolver en los próximos 365 días intereses por un total de 24.000 millones de pesos. Como ésto es imposible que suceda, los bancos con redescuentos otorgados terminarán siendo estatizados y como su deuda no podrá afrontarla el Estado porque no cuenta con recursos genuinos. Más tarde o más temprano la emisión monetaria vendrá a resolver estos problemas estructurales dotando al sistema de liquidez y devaluando el peso a niveles insospechados.
El Boden que obtuvieron los que se adhirieron al canje comenzará a cotizar en las pizarras de la Bolsa a partir del día 29 de julio, con lo cual se estima que saldrá a una cotización que irá entre el 35% y 40% de paridad. No obstante, en el mercado hay cada vez menos vocación por cancelar deudas.
En la Cámara de Diputados se aprobó un proyecto que permite cancelar con cualquier bono argentino las deudas con las entidades financieras en cualquiera de sus categorías. Si bien nadie cree que este proyecto prospere en el Senado, como en la Argentina todo es posible, resulta muy probable que los agentes económicos demoren la cancelación de deudas bancarias hasta tanto se aclare la situación.
Por eso el panorama para esta semana es un tipo de cambio inestable con chaparrones aislados. Las definiciones en puerta pueden terminar con la salida de Roberto Lavagna del Ministerio de Economía si es que prosperan la negociación del presidente del BCRA en Nueva York. Las señales económicas son negativas ya que en ningún país del mundo el presidente de un BCRA y el Ministro de Economía negocian con los acreedores internacionales por vías separadas.
El Boden saldrá a una paridad más alta por los incentivos para cancelar deudas.