El gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, confirmó ayer que "aceptó el desafío" de participar como precandidato presidencial en la interna del PJ, que se decidirá el 24 de noviembre próximo mediante el voto de afiliados peronistas y ciudadanos independientes. "Lo he pensado bien y he decidido aceptar el desafío: voy a participar como candidato a presidente de la Nación", dijo el mandatario en un breve mensaje a los medios de prensa que ofreció pasado el mediodía en los jardines de la Casa de Gobierno mediterránea. De la Sota expresó que en las elecciones presidenciales de marzo próximo estará en juego "darle futuro a un país", por lo que será necesario "arremangarse y trabajar para sacar a la Argentina de la crisis moral y económica más grave de toda su historia", y hacerlo "al lado de la gente". Entre las razones que lo llevaron a tomar la determinación de dar pelea en la farragosa y hostil interna peronista, señaló: "Tengo 52 años, soy parte de una generación que hoy ve que sus hijos se van o se quieren ir de la Argentina porque sienten que es más fácil cambiar de país que cambiar nuestro país". "No podemos dejarle a nuestros hijos, a nuestros nietos, una nación fundida y aislada del mundo en la que los jóvenes no encuentran futuro; no podemos permanecer cruzados de brazos frente a lo que está pasando", agregó. De la Sota anunció su decisión 15 días después de que su par santafesino, Carlos Reutemann, declinara presentarse como precandidato a pesar de encabezar todas las encuestas de opinión. El cordobés enfrentará en las internas al los ex presidentes Carlos Menem y Adolfo Rodríguez Saá y al gobernador salteño Juan Carlos Romero, mientras se espera la decisión del mandatario santacruceño Néstor Kirchner, quien viene amenazando con presentarse por afuera de la estructura del PJ. "Es necesario que todos pongamos el esfuerzo para dar vuelta la página del fracaso y de los errores y encontrar un camino que nos lleve a un país mejor o igual que el país que heredamos de nuestros abuelos y de nuestros padres", destacó. Luego de justificar su lanzamiento en las "muchas cosas por hacer (en el país), De la Sota dijo que "tiene ganas, voluntad e ideas de hacerlas", y aseguró: "Voy a competir porque tengo confianza en Argentina y porque tengo confianza en nosotros, los argentinos". En lo que apareció como un mensaje para la interna, destacó: "Los peronistas tenemos muchos defectos, pero todos nos reconocen una virtud: que siempre encontramos soluciones para salir de las crisis, que no nos rendimos nunca". Luego de presentar a cada uno de los miembros de su familia, el gobernador deslizó un mensaje para sus rivales internos al señalar que competirá "lealmente" para "conquistar la confianza de los argentinos". También se pronunció a favor de abrir el diálogo y el debate, y exhortó a que los precandidatos "demos un verdadero ejemplo democrático en esta contienda, un ejemplo de tolerancia y de madurez". "Voy a competir por mis ideas, por mis convicciones, por mis principios, por los que confían en mí, y estoy seguro de que los demás precandidatos también lo harán", dijo, y concluyó: "Que gane el mejor, porque así ganará la Argentina". Durante su mensaje, De la Sota estuvo acompañado por su esposa, Olga Elena Riutort; sus hijas, Candelaria (y su esposo Fernando Lopardo), Natalia (y su esposo Germán Najer), junto a las hijas de Riutort, Gabriela y Victoria Flores. También estaban su madre, Adelia María Moriconi; su tía Paulina Moriconi; su suegra, María Elena Mora de Riutort, y su nieto Manuelito Najer De la Sota. La postulación de De la Sota equilibra las relaciones de fuerzas en el peronismo, ya que fortalece al duhaldismo en su pelea sin cuartel con el menemismo, fortalecido tras el renunciamiento de Reutemann. En los pocos meses que restan para las internas abiertas, el cordobés contará sin dudas con el apoyo del presidente y del aparato bonaerense. Con su candidatura en las calles, De la Sota deberá ahora convencer -sobre todo a los peronistas- que él es el hombre con mayor posibilidad de vencer a Elisa Carrió en las presidenciales de marzo. Quizá también deberá revelar la fórmula para salir del corralito. Hace cinco el gobernador había asegurado que tenía la fórmula para "pulverizar" al corralito, pero que sólo lo iba a revelar si lo elegían presidente. En ese momento, frente a un agobiado Duhalde como consecuencia de las presiones de los ahorristas para que se liberaran sus depósitos, De la Sota ratificaba sus aspiraciones presidenciales (luego se bajó para apoyar a Reutemann) y prometía abrir el cepo financiero, uno de los detonantes que provocó la caída de De la Rúa. "Si me votan los argentinos, yo lo digo, pero eso será en su momento. El corralito, solución tiene", sentenció esa vez. De la Sota es visto por grandes sectores del PJ como una de las pocas figuras capaces de ponerle coto a las ambiciones de Menem de retornar a la Rosada. No será la primera vez que el cordobés se enfrentará con el riojano. El 8 de julio de 1988 la fórmula Cafiero-De la Sota fue derrotada en las internas por el tándem Menem-Duhalde. ¿Habrá revancha?
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