La chacra El Arbol -ubicada en la zona rural de Totoras, a tan sólo 80 kilómetros de Rosario- es el lugar ideal para estar en contacto con la naturaleza, en un ambiente familiar y lejos del ruido y de las preocupaciones cotidianas.
En el predio de 183 hectáreas, sus dueños, Marta Mirande y Jorge Maldonado, abren las tranqueras para compartir un inolvidable día de campo, con la alternativa de pasar la noche en la confortable casona de la chacra.
El visitante puede realizar todas las actividades propias del campo y participar de cabalgatas y bicicleteadas que tienen como escenario la inmensidad del horizonte. Por supuesto que no falta la posibilidad de comer un buen asado, o simplemente entregarse a la contemplación de árboles y pájaros durante largas caminatas.
El establecimiento cuenta con una pileta de natación que adorna el jardín de la casa, que en los días de verano invita a un refrescante chapuzón. Los amantes del deporte pueden despuntar el vicio en la cancha de vóley y en informales picados de fútbol, que sirven de antesala a los deliciosos almuerzos.
En bici por el campo
La chacra permite además presenciar los trabajos agropecuarios y si el visitante se muestra interesado, puede conocer los secretos de la producción de la miel, que realizan los dueños de la finca. También es posible recorrer el vivero y tomar contacto con los animales en sus corrales.
Quienes lo deseen pueden emprender una excursión en bicicleta, que en un recorrido de tres kilómetros hace escala en Colonia Médici, una histórica población que cuenta con un museo y una antigua iglesia. Los tambos modelo de las inmediaciones, las fábricas de quesos y los cultivos de champignones constituyen también otros polos de atracción.
La especialidad gastronómica de la chacra es el sabroso paté de liebre, un plato de origen francés de la región de los Pirineos. "La receta es un secreto familiar, que hace las delicias de nuestros visitantes", expresó Marta, que se encarga de atender personalmente a los huéspedes. Otros platos típicos son el cordero asado y los exquisitos caracoles, además del asado y las pastas, siempre acompañados por verduras y frutas frescas.
La chacra se abrió al turismo hace un año y ofrece el lugar para visitas educativas y retiros espirituales. También es un excelente refugio para escritores y músicos, que arriban atraídos por la tranquilidad campestre. La finca dispone de una confortable casa de cuatro dormitorios, con capacidad para 17 camas, dos baños, un amplio living comedor, cocina y parrillero.
Los interesados en visitar el establecimiento pueden obtener más información en el teléfono (03476) 460385; e-mail: [email protected]